Un hombre quería evitar ser condenado, presentó varias "pruebas" a su favor, pero la acusación fue más fuerte y fue encontrado culpable.
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Eliseo Yol Gerede tenía 39 años cuando fue acusado de violación en forma continuada, una denuncia en su contra fue colocada por su exconviviente, quien lo señaló de ser el responsable del delito.
La investigación del Ministerio Público inició para reunir las pruebas suficientes que demostraran la culpabilidad de Gerede en los hechos.
Entre las pruebas que la Fiscalía recabó, había peritajes de médicos, psicológicos; la declaración de la víctima y algunas fotografías. Todas estas pruebas coincidían en que el hombre había cometido un delito en contra una niña de 11 años.
Los hechos ocurrieron entre 2018 y 2020, aunque el hombre fue condenado en octubre de 2021.
El crimen
Melisa tenía 11 años cuando ocurrieron los hechos. Su agresor, era una persona conocida y cercana, pues era la pareja sentimental de su mamá.
La relación era formal, incluso residían juntos, en la vivienda del acusado.
La mamá de Melisa, confiaba en su pareja, a tal punto de dejar sola a la niña con él por varios días. Había ocasiones en que ella, por motivos de trabajo, se ausentaba hasta 15 días. Creía que su hija estaba siendo cuidada y protegida por su pareja: Gerede. Aunque era todo lo contrario.
La niña declaró en el juicio que, primero fue una agresión, el hombre tocó sus partes íntimas. Esa primera vez, la amenazó, le dijo que no podía decirle nada a su mamá, porque si no les haría daño.
La víctima guardó silencio, no dijo nada a nadie, no quería que la pareja de su mamá, les hiciera daño. Aun así, las agresiones no quedaron ahí. Cada vez, se agravaban, hasta llegar a consumar la violación.
En la declaración, la niña aseguró que no recordaba fechas ni días exactos, pero sí tenía la noción que los hechos ocurrieron entre julio de 2018 y mayo de 2020. La psicóloga, que la evaluó, señaló que era característico que las víctimas de violaciones olvidaran ciertos datos de las agresiones.
Aunque no se sabe con certeza cuántas veces habría abusado sexualmente de la menor, la Fiscalía comprobó que fue responsable del hecho y un juez lo condenó.
Acusó a la madre
Eliseo Yol Gerede intentó defenderse, dijo que era inocente, que todo era mentira.
Durante el juicio declaró y aseguró que la mamá de la niña era celosa y que el responsable de las violaciones podía ser otra persona, ya que la mamá prostituía a la hija. Aunque estas palabras las dijo ante el juez, este no les dio valor probatorio.
La defensa del acusado, también intentó eximir de culpa al hombre, como pruebas de descargo, presentó varias cartas de recomendación que extendieron personas "ejemplares" de la comunidad donde vivían.
Entre las cartas, estaba la de un líder comunitario, también de varios pastores o líderes religiosos, todas decían que el hombre era respetable.
También, se presentó un certificado médico, extendido por una doctora, en el que hacía ver que el agresor padecía una enfermedad neurológica.
Aunque ninguna de estas pruebas, logró desvanecer, las pruebas que presentó la Fiscalía.
Finalmente, el juez le impuso 28 años de prisión inconmutables por el delito de violación con circunstancias especiales de agravación en concurso real
