El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, de 38 años, cumple este lunes su primer año de gobierno con una imagen popular fortalecida por el combate a la violencia criminal, pero con críticas a su estilo, calificado de "autoritario" por opositores y analistas.
Bukele, quien fue empresario y exalcalde de San Salvador, inició un mandato de cinco años el 1 de junio de 2019, tras poner fin a un bipartidismo entre el exguerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, de izquierda) y la Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha), que habían gobernado los últimos 30 años.
"Desde mi visión ha sido una gestión autoritaria, opaca, irrespetuosa de la legalidad y desastrosa de la gestión pública", dice Jeannette Aguilar, investigadora independiente, que hace estudios para organismos internacionales, incluida la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
La oenegé Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) indicó en un análisis negativo de la administración de Bukele que, sin el respaldo de un partido grande, el mandatario "recurrió a un discurso basado en la antipolítica".
"Ha sido una gestión autocrática que ha tratado de imponer a fuerza su propia voluntad", sostuvo Aguilar, quien consideró que en un año, Bukele "ha llevado a un retroceso de unos 20 años de avances institucionales y democráticos".
IMPORTANTE QUE LEAS:
Menos homicidios, su punto fuerte
La represión a las pandillas y la reducción de homicidios, que han puesto a El Salvador entre los países sin guerra más violentos del mundo, es según la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad), el principal logro del mandatario.
El gobierno ha ordenado a la Policía y al Ejército utilizar la fuerza para afrontar a las pandillas. En plena pandemia, se difundieron fotos de mareros hacinados en prisiones donde se mezclaron grupos rivales, poniendo fin a una separación que se mantuvo por décadas. Según el Ministerio de Justicia y Seguridad, Bukele recibió el país con una tasa de 52 homicidios por cada 100,000 habitantes, y cerró 2019 con 36.
La proyección es finalizar 2020 con 21 homicidios por cada 100,000 habitantes, en gran parte por la cuarentena total decretada en marzo para enfrentar la pandemia. Una encuesta publicada por el matutino La Prensa Gráfica, el 24 de mayo, reveló que 92.5% de los encuestados aprueba la gestión de Bukele, muy por encima de sus antecesores.
Economía golpeada
Con 6.6 millones de habitantes en 20,742 km2, El Salvador afrontará este año una caída económica de 4.3%, según estimaciones de Banco Mundial, que lo posicionan como el país centroamericano "más golpeado" por la pandemia del nuevo coronavirus. A ello se suma el desempleo y el crecimiento de la pobreza, dijo a la AFP, Óscar Cabrera, expresidente del Banco Central de Reserva (BCR).
POR SI NO LO VISTE:
El Salvador, que tiene una economía dolarizada, se comprometió con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a realizar un ajuste fiscal de 2,5% entre 2021 y 2023, lo que significa aumentar impuestos especiales a los combustibles y al consumo en dos o tres puntos porcentuales. Tal medida también podría repercutir en la popularidad del gobernante.