Sergio Guillermo Enríquez Garzaro, reconocido por ser el pastor adjunto de una de las iglesias más grandes de Guatemala es una de las personas que permanecen prófugas por el fraude cometido en la Municipalidad de Chicamán, Quiché, que involucra a la exdiputada Emilenne Mazariegos.
Según la investigación de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Sergio Enríquez (hijo) habría incurrido en lavado de dinero al colaborar con la exparlamentaria para adquirir un vehículo con los fondos obtenidos de la Comuna.
La gestión se concretó por medio de Mis Mantas, S.A., la empresa que Enriquez administra junto a Víctor Hugo Enríquez Morales, quien ya guarda prisión preventiva por este caso.
Emilenne Mazariegos depositó un total de 300 mil quetzales a la cuenta bancaria de Mis Mantas, mientras que Sergio Enríquez aportó 80 mil quetzales.
Posteriormente, Mis Mantas giró cheques por 250 mil quetzales y compró un cheque de caja por 133 mil 864 quetzales que fue usado para comprar un vehículo modelo 2012 que aunque aparecía a nombre de la compañía, era utilizado por la exlegisladora del Partido Patriota.
Emilenne Mazariegos, su madre Ana Patricia Mazariegos y su esposo Fernando Siliézar junto a otras 13 personas están señalados de integrar una estructura criminal que por medio de la adjudicación de cinco proyectos que permanecen inconclusos, desviaron fondos de la Municipalidad de Chicaman, Quiché para beneficiarse.
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Emilenne Mazariegos también compró carros de lujo con dinero "dudoso" https://t.co/nSV5dNjiNI pic.twitter.com/EtBcvgblaa
— Soy 502 (@soy_502) 9 de marzo de 2017