La CONMEBOL, ente rector del fútbol sudamericano, decidió este domingo suspender la Superfinal de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors por falta de condiciones deportivas.
Así lo anunció Alejandro Domínguez, presidente de la Confederación, en una conferencia a la prensa improvisada.
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“Tenemos un pedido del gobierno argentino que no haya espectáculos durante la semana del G20. La final se jugará, no se suspende, se posterga. Invitaré a los presidentes a Asunción para fijar la fecha”, dijo el dirigente.
El partido estaba pactado para el sábado a las 14:00 horas de Guatemala, pero se postergó para el domingo, luego que radicales de River atacaran el bus de Boca a inmediaciones del estadio Monumental.
Los incidentes dejaron al menos tres jugadores con lesiones, la más seria la del capitán Pablo Pérez, que debió ser trasladado a un hospital.
Unas 60 mil personas debieron abandonar el estadio y se había anunciado que se jugaría el domingo, pero una petición de Boca Juniors cambió la planificación.
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