Otilia Larios pasa, este martes, la tercera noche en el albergue que se ha convertido en su casa provisional. Al igual que ella otras 400 personas se quedarán en las instalaciones del Instituto Nacional Mixto de Educación Básica Simón Bergaño y Villegas, ubicado en el centro de Escuintla.
El número de albergados se duplicó de un día para otro dice una voluntaria que se encuentra en la puerta de ingreso.
Lo primero que se observa al entrar es la cancha de basketball, en la que ahora se instalaron colchonetas y el graderío del público sirve para pasar las horas a los albergados.
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Las aulas sirven la mayoría como habitaciones, se lanzaron los colchones para descansar. En otros se guardan los víveres y otros productos que llegan de donación.
La pila ahora es el área provisional para bañarse, un nylon negro fue puesto como cortina improvisada.
En el albergue conviven personas de diversas comunidades como doña Otilia que dice que salió de su casa solo con lo que tenía puesto. Ella es ama de casa y su preocupación ahora es saber si volverá a su vivienda o a dónde irá después que pase la emergencia.
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Mientras las horas pasan, voluntarios llegan a tratar de animar a los afectados. Se reparten dulce, comida y a los niños se les entretiene con diversas actividades.