La llamada de una menor de 17 años, quien con voz entrecortada pedía “ayuda" para sus hermanas, alertó en enero a la policía de California, Estados Unidos, sobre el horror que vivían trece niños por parte de sus padres.
Tras la intervención de las autoridades, se comprobó que varios de los menores estaban encadenados a sus camas, en estado de desnutrición y expuestos a suciedad extrema, tal como había relatado la joven en aquella primera conversación telefónica.
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Entonces, David y Louise Turpin, padres de los niños, fueron arrestados, pero se declararon inocentes de tortura, abuso infantil y otros cargos.
Este miércoles, en un tribunal de California, se reprodujo la referida llamada, como parte de la audiencia para determinar si los adultos deben enfrentar un juicio por abuso infantil.
La grabación
En la grabación, que revela nuevos detalles, se escucha a la menor decir que dos de sus hermanas y un hermano fueron encadenados a sus camas y que no podía soportarlo más.
“Se despertarán por la noche y comenzarán a llorar y querían que llamara a alguien”, dijo con voz aguda, según detallan medios locales.
“Quería llamarlos a todos para que puedan ayudar a mis hermanas”, agregó la joven.
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Actualmente, los Turpin están detenidos con una fianza de 12 millones de dólares cada uno. En la audiencia, Louise se secó los ojos con un pañuelo mientras se reproducían las palabras de su hija.
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