En el fútbol hay historias fantásticas, algunas más dramáticas que otras. Este sábado sucedió una de ellas en el fútbol de Inglaterra.
Por la quinta división, se enfrentaban el Chesterfield Football Club y el Ebbsfleet United.
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Los visitantes ganaban 3-0 con apenas 30 minutos por jugar. Todo parecía perdido para los locales, pero sucedió el milagro.
Denton y Fortuné pusieron el 2-3 y el tiempo estaba cumplido. Cuando el árbitro estaba por pitar el final, después de 5 minutos de reposición, Will Evans logró el ansiado empate con un cabezazo.
Se desató la locura, hasta hubo invasión de cancha. Después de la reanudación el portero Burton cometió un penalti y se iría expulsado. El Chesterfield ya no tenía cambios y Will Evans se puso bajo palos para suplir a su compañero en la portería.
Cheek ejecutó y Evans detuvo el balón, la locura en el estadio no se hizo esperar. Fue una fiesta total.
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