Con 66 años y dificultad para movilizarse a causa de un fuerte dolor en la rodilla, Amabilia Gudiel, acude cada semana al hospital San Juan de Dios en busca de un médico que le ayude, tras revelarle el motivo, a aplacar su padecimiento; sin embargo, sus últimas tres visitas han sido en vano por las carencias que enfrenta el centro asistencial y que han llevado a centenares de guatemaltecos a experimentar una situación similar.
La travesía de Gudiel incluye abordar un mototaxi y dos autobuses, ya que reside en San José del Golfo y dice que no cuenta con una persona que la pueda acompañar debido a que su compañera de vivienda es su madre quien ya sobrepasa los 80 años. Además, resalta que al unificar los gastos de cada viaje termina por erogar una cantidad elevada de dinero, lo que dificulta su economía cada mes.
La mujer ha sido paciente del hospital general desde hace unos años debido a un cuadro de diabetes y aunque parezca exagerado, no se necesita buscar mucho para encontrar decenas de historias parecidas, según explican representantes del cuerpo de médicos que se lo adjudican al crisis “más grande” que ha experimentado el San Juan de Dios.
Jaime Cáceres, vocero de la Asamblea de Médicos del San Juan de Dios, asegura que el personal se ha visto en la necesidad de reinventar procedimientos con el fin de garantizar la vida y salud de los pacientes pero considera que es un riesgo debido a caer en una mala práctica.
Cáceres afirma que gran parte de la crisis que experimenta el centro asistencial se debe al crecimiento de la deuda a proveedores por la “mala” administración central que no permite gozar del abastecimiento que corresponde.
El área de Defensa Gremial del Colegio de Médicos de Guatemala también se pronunció respecto a la administración central de la Cartera de Salud al solicitar a través de la publicación de un comunicado, la destitución del ministro de Salud, Luis Monterroso, a quien además señalan de incumplir con los derechos laborales de los profesionales y de realizar despidos injustificados.
Aunque descartaron la paralización de los servicios, los galenos del hospital general se unieron a la demanda de cambio de autoridades y a que se busque una solución tanto para el gremio, como para la situación de los hospitales.
En el caso del San Juan de Dios se puede observar un deterioro, incluso en las instalaciones, como el caso de los elevadores que ante el daño de estos, obliga al personal de enfermería a trasladar a los enfermos por las rampas y gradas.
Según una enfermera quien pidió permanecer en el anonimato, de los 13 elevadores únicamente 2 funcionan y de estos, uno es utilizado para transportar los desechos hospitalarios. Soy502 hizo un recorrido por los mismos y aunque no se permitió comprobar el funcionamiento de todos, se constató que al menos 4 estaban fuera de servicio.
Al respecto, el director del hospital, Julio Figueroa, reconoció que hay una crisis en el establecimiento a su cargo pero considera que al igual que en muchos otros centros a nivel nacional, se debe a la deuda con proveedores que en este caso asciende a 133 millones de quetzales.
Figueroa se refirió a los elevadores, confirmando que el servicio es deficiente pero que también responde a la antigüedad de estos y al continuo uso que se les presta.
Por aparte, la jefa de Supervisión Hospitalaria de la Procuraduría de Derechos Humanos, Zulma Calderón, lamentó la situación que enfrenta el hospital San Juan de Dios, pues asegura que es la peor que ha experimentado desde hace 20 años.
Calderón confirmó que se cuentan con al menos 4 denuncias documentadas de pacientes que han fallecido a causa de que no se les ha podido prestar la atención correspondiente por la falta de insumos.
Sobre las condiciones de los empleados de salud, Calderón confirma que hay denuncias de persecución y acoso por parte de al menos 3 empleados y que estas ya han sido llevadas al Ministerio Público para solicitar medidas de protección para los médicos.