La guatemalteca Juana Rivera logró ingresar a un equipo de expertos de una de las empresas más codiciadas por especialistas alrededor del mundo: la fábrica de automóviles y motocicletas de alta gama y lujo BMW, cuya sede se encuentra en Alemania.
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La ingeniera en electrónica, Juana Rivera, estudió una maestría en tecnología de la información y electrónica en la ciudad de Múnich y ahora forma parte del equipo de una de las marcas que está a la vanguardia del transporte.
Rivera conversó con Soy502 y compartió cómo logró su ingreso a la compañía, además de contar cómo emprendió su camino al país europeo.
"Me gradué de la Universidad del Valle como ingeniera electrónica (2007-2012), siempre tuve inquietud de saber cómo funcionaban las computadoras, de entenderlas. A lo largo de la carrera descubres detalles de su fabricación y los países que inventan estos dispositivos. Así surgió mi interés de viajar al extranjero para ser parte de la creación de nuevas tecnologías y dispositivos. Empecé a investigar y busqué varios programas que se adaptaran a lo que quería, me llamaba mucho al atención la industria alemana, muy conocida en el ámbito de la automatización en electrónica y la ingeniería automotriz".
"Decidí buscar becas específicas en Alemania, no encontré lo que quería, que era una maestría en diseño en electrónica, pero investigué la Universidad Técnica de Múnich (Technische Universität München, TUM) y me gustó mucho lo que ofrecían".
Rivera contó que la educación alemana es financiada en gran parte por el gobierno: "por ello armé un plan para irme por mi cuenta. Luego de graduarme, conseguí un trabajo en la Del Valle como coordinadora del centro de tecnologías interactivas y como docente, me preparé y aprendí alemán, pues vi que era requisito si quería estudiar acá. Me tomó casi tres años juntar el dinero para el viaje, la TUM tenía un programa muy interesante de sistemas embebidos (sistemas de computación diseñados para realizar una o algunas funciones específicas, frecuentemente en un sistema de computación en tiempo real), computadoras pequeñas con capacidades más limitadas, que caben en productos portátiles, me gustó, pues se trata de diseñar computadoras que dan pequeñas órdenes, como las que colocas en un switch de luces para programarse y que funcionen cuando deseas o los relojes inteligentes que, incluso miden el ritmo cardiaco".
"Apliqué y me aceptaron al programa", contó, agregando que migró e ingresó a la maestría en tecnología de la información y electrónica, en el año 2015, tras una compleja evaluación de su desempeño durante su ingeniería.
También explicó que su postgrado tuvo una duración de 2 años y comentó cómo fue su adaptación a una cultura y un idioma nuevo:
"Fue difícil al principio, llevaba muchos años pensando y soñando, pero una pequeña parte de mi no había terminado de comprender que me iba sola, a un país totalmente nuevo, me llevó tiempo acostumbrarme, a aprender la cultura, ya sabía hablar alemán, pero una cosa es aprenderlo y otra es ir a la panadería y expresarte con los modismos locales. Me vine dos semanas antes de empezar el semestre para tener tiempo de adaptarme. E clima fue un shock, pues el primer día que llegué, había una gran tormenta de nieve y un frío horrible. En la universidad hice amigos rápido y me involucré en un departamento para estudiantes internacionales, que realizan actividades culturales, el primer semestre participé mucho, el lenguaje me costó el primer semestre, pues mi base de alemán no tenía los tecnicismos que se requieren en electrónica".
Acerca de cómo tuvo la posibilidad de ingresar como parte de la BMW contó:
"La BMW es originaria de Múnich, pregunté a catedráticos y auxiliares cómo podía aplicar a una plaza, la mayoría quiere trabajar ahí, es una empresa de mucho prestigio, muy cotizada, por ello, entrar de cero es como sacarse la lotería, tienen un proceso de aplicación a través de su página web, probé y no lo logré".
"Entonces cambié de estrategia, busqué trabajo en una empresa que desarrolla proyectos en el área automotriz, necesitaba ganar experiencia, así era más fácil que mi perfil resaltara, ingresé a Philotech en 2019, donde soy Technical Project Manager y estoy desde hace 2 años, y me voy a cambiar a la BMW en junio".
"Philotech es una empresa que desarrolla proyectos, actualmente trabajo en uno donde somos 8 personas, realizando 4 diferentes temas que hay que hacer en paralelo. El Technical Project Manager está a cargo de uno de los temas, por ejemplo el cliente dice: 'hoy quiero desarrollar una nueva función dentro del proyecto', yo soy quien habla con el cliente de los requisitos y coordino en el equipo que se lleve a cabo lo que el cliente busca, además de negociar fechas de entrega, desarrollamos software, también estoy a cargo de la calidad de este y de que funcione como queremos".
"Fue así como conseguí una muy buena recomendación y la BMW me invitó a una entrevista, en ella pasé por varias rondas que fueron retadoras, pero me preparé, organicé mi currículo y detalles qué contar, al final me hicieron una oferta y acepté". comentó.
Juana logró una plaza como Software Specialist: "Estaré a cargo de una funcionalidad en el Sistema de Infotainment, los carros recientes cuentan con touch screen (pantalla táctil) que tienen menús para funciones como conectar el teléfono por bluetooth o escuchar música entre otros, este es el sistema en el que estaré trabajando.
Juana aconseja a quienes quieren especializarse en el extranjero: "investiguen, asistan a ferias de becas como Segeplan, también es bueno abocarse a las embajadas para saber sus ofertas de estudio, conozcan el idioma del lugar al que quieren ir, el internet es un arma muy poderosa para ello".