Este error es cometido a diario por miles de personas en el mundo, exponiéndose a ser víctimas de robo.
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Se trata de enviar correos electrónicos a destinatarios equivocados. Aunque pareciera ser un error inofensivo por lo común que resulta ser, también es de los más peligrosos.
El sitio Infobae indica que aproximadamente el 91 % de empresas han sufrido pérdida de datos en los últimos 12 meses a raíz de este error.
Y es que no solo quienes tienen cuenta en Gmail están expuestos a ello; todo proceso de enviar un correo electrónico en cualquier plataforma conlleva este riesgo.
Los riesgos
Enviar un mensaje con información sensible y a la persona equivocada puede resultar en la exposición de datos personales, financieros o de otro tipo, ya sea de particulares o empresas.
Sobretodo, si esta información es recibida por personas malintencionadas que roben identidades o lleven a cabo ataques cibernéticos aún más complejos.
Por si fuera poco, el riesgo es aún mayor si el error se comete en un contexto empresarial, puesto que ahí se suele manejar información mayor y de más sensibilidad.
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¿Cómo prevenirlo?
Es aconsejable que se revise manualmente a los destinatarios, antes de enviar un correo. Aunque parece una recomendación básica, resulta ser la más efectiva.
También es ideal verificar cada dirección de correo a la que se va a enviar información. Puede que un solo caracter afecte, y que a simple vista no se logre observar.
