Hospitalización del papa aviva especulaciones sobre una posible renuncia.
EN CONTEXTO: El papa Francisco tiene neumonía bilateral y su cuadro sigue siendo complejo
Las dudas sobre la permanencia del papa Francisco en su cargo crecieron este viernes 21 de febrero, al cumplirse una semana de su hospitalización por neumonía, sin que se conozcan detalles precisos sobre su estado de salud ni el tiempo que permanecerá ingresado.
Desde su habitación en el décimo piso del hospital Gemelli, donde fue internado el 14 de febrero, la información sobre su evolución se difunde con cautela. La Santa Sede asegura que ha retomado sus labores.
Según una fuente del Vaticano, el pontífice, de 88 años, mantiene contacto con sus colaboradores más cercanos, revisa documentos, firma decretos y atiende llamadas telefónicas.
Aunque el estado de salud del líder de la Iglesia católica ha "mejorado ligeramente", según el último informe médico, aún se desconoce cuánto tiempo permanecerá hospitalizado. Esta es su cuarta internación desde 2021.

Sin apariciones públicas
El papa Francisco lleva una semana sin aparecer en público y el Vaticano no ha dado detalles sobre sus próximos compromisos.
La falta de claridad aviva las especulaciones sobre su capacidad para continuar en el cargo a mediano plazo, especialmente porque el derecho canónico no contempla un procedimiento en caso de una afección grave que afecte su lucidez.
En cuanto a una posible renuncia, el papa ha mantenido una postura ambigua. Siempre ha dejado abierta esa posibilidad, como lo hizo su predecesor Benedicto XVI.

De hecho, poco después de su elección en 2013, firmó una carta de dimisión en caso de que su salud le impidiera ejercer sus funciones.

Sin embargo, también ha asegurado que seguirá al frente de la Iglesia mientras su estado lo permita, insistiendo en que se gobierna "con la cabeza y no con las piernas".
Aun así, la gravedad de esta infección, potencialmente mortal, se suma a una larga lista de antecedentes médicos: cirugías de colon y abdomen, problemas de movilidad, infecciones respiratorias.
Este nuevo episodio podría cambiar el panorama
Jorge Bergoglio (nombre de nacimiento del papa) ha logrado sobrellevar sus dificultades de movilidad con el uso de una silla de ruedas.
No obstante, sus problemas respiratorios generan mayor preocupación, especialmente porque a los 21 años le extirparon el lóbulo superior del pulmón derecho.
El pontífice ya ha cancelado varios compromisos este año y, en algunas ocasiones, ha tenido que delegar la lectura de sus discursos o interrumpir homilías debido a la falta de aire.

Un clima de precónclave
En los últimos días, varios cardenales han abordado sin reservas la posibilidad de una renuncia.
"Confío absolutamente en la lucidez del papa", afirmó el cardenal francés Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella. "Si considera que es lo mejor para la Iglesia, lo hará".
Por su parte, el cardenal italiano Gianfranco Ravasi señaló que Francisco podría dimitir "si enfrenta serias dificultades para ejercer su ministerio". "La decisión final será suya", declaró en una entrevista con Il Corriere della Sera.
Estas declaraciones coinciden con la difusión de noticias falsas sobre la muerte del papa en redes sociales y con la creciente presión de sectores conservadores, especialmente en Estados Unidos, que abogan por "pasar página" y poner fin a la era del papa Francisco.

"En internet y en portales estadounidenses se percibe una fuerte corriente anti-Bergoglio. Aunque no siempre es explícita, deja ver un claro deseo de cambio", advirtió Ravasi, señalando una polarización dentro de la Iglesia.
El ambiente de precónclave se ha intensificado por la oposición a las reformas de Francisco, aunque sigue siendo popular entre los fieles, quienes han expresado su apoyo y orado por su recuperación. En Instagram, ha recibido cientos de mensajes de ánimo.
