Este video es parte de una campaña de la asociación española Unidos por la Médula, que busca demostrar de manera creíble que donar médula no duele y que no hay que tener miedo a hacerlo, porque puede salvar la vida de muchas personas.
“Hay que soplar muy fuerte para que no te duelan los pinchazos. Me ponen la tirita para que no se vaya la sangre… Y listo”. Así explica Daniel el proceso, un niño de cuatro años que padece leucemia.
Según un dato presentado en el video de 52 segundos, apenas uno de cada cuatro pacientes que precisa un transplante tiene un donante familiar; para el resto, la donación a partir de un donante no emparentado es la única oportunidad de vida y posibilidad de curación.