Un hombre de 40 años con Covid-19 se encontraba en una situación grave. La doctora Mangala Narasimhan recibió una llamada urgente de su colega para que llegara a atenderle en un hospital de Long Island, Estados Unidos.
Antes de ir, Narasimhan le dijo al otro médico que intentara darle la vuelta al paciente -que estuviera boca abajo- y ver si eso ayudaba. Darle la vuelta funcionó.
Los médicos dicen que colocar a los pacientes más enfermos por coronavirus sobre sus estómagos –lo que se denomina posicionamiento propenso– ayuda a aumentar la cantidad de oxígeno que llega a sus pulmones.
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“Con esto estamos salvando vidas cien por ciento”, asegura Narasimhan, directora regional de cuidados críticos de Northwell Health, que posee 23 hospitales en Nueva York. “Es algo tan simple de hacer, y hemos visto una mejora notable. Podemos verlo en cada paciente”.
Los pacientes en estado grave por el coronavirus mueren debido al Síndrome de Dificultad Respiratoria Aguda (ARDS, por sus siglas en inglés). El mismo síndrome también mata a los pacientes que tienen influenza, neumonía y otras enfermedades.
Hace siete años, médicos franceses publicaron un artículo en el New England Journal of Medicine que mostraba que los pacientes con ARDS que usaban ventiladores, tenían una menor probabilidad de morir si los colocaban boca abajo en el hospital.
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Desde entonces, los médicos en Estados Unidos colocan sobre sus estómagos a los pacientes ventilados con SDRA.
Cuando el paciente de Narasimhan fue colocado boca abajo, su tasa de saturación de oxígeno (una medida de oxígeno en la sangre) pasó del 85% al 98%.
Los pacientes ventilados generalmente permanecen boca abajo durante aproximadamente 16 horas al día y de espaldas el resto del tiempo, para que los médicos tengan un mejor acceso a su parte frontal y puedan darles más fácilmente los tratamientos que necesitan.
*Con información de CNN
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