El árbol de esquisúchil plantado por el Santo Hermano Pedro hace más de 300 años, cayó luego de no soportar los fuertes vientos durante una tormenta que afectó la ciudad de Antigua Guatemala.
Pero luego de varias semanas, el tronco que quedó en el sitio donde se ubicaba el árbol, aún cuenta con vida y de ahí han surgido brotes del árbol, venerado por la feligresía católica.
El portal de noticias Proceso GT dio a conocer esta noticia el fin de semana, que del antiguo tronco han retoñado los brotes, lo que se considera como un obsequio en medio de una época complicada para los guatemaltecos.
De acuerdo con las declaraciones de Fray Edwin Alvarado, provisional de los Franciscanos para Centroamérica, el suceso es considerado como un regalo del Santo Hermano Pedro. “Algo nuevo está brotando, algo nuevo está por nacer”, expresó el religioso al medio de Sacatepéquez.
El árbol de esquisúchil que plantó el Hermano Pedro en el jardín de la ermita de El Calvario, al sur de Antigua Guatemala, estuvo de pie hace más de 350 años.
El 19 de marzo de 1657, al cumplir 31 años, el Hermano Pedro estaba en el jardín de la Ermita del Santo Calvario y plantó esa rama, pero antes le quitó todas las flores y se las ofreció a la imagen de la Virgen Dolorosa que se venera en la misma Ermita.
El valor histórico, religioso y turístico del árbol ha sido tan importante que fue nombrado Patrimonio Cultural Tangible e Intangible de la Nación, según el acuerdo ministerial 250-2004.
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