Tuvieron un costo de 560 quetzales cada uno, fueron colocados para cumplir con requerimientos internacionales y su función es evitar un ataque con una vehículo bomba; sin embargo, los bolardos del Aeropuerto Internacional La Aurora se roban medio carril, limitan el paso de los peatones y son frágiles, por lo cual serán retirados para colocar otros.
Francis Argueta, titular de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), aseguró que los bolardos se colocaron el año pasado durante la administración del ahora ministro de Desarrollo Social, Carlos Velásquez Monge.
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Los objetos se pusieron como requerimiento de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) para cumplir con las normas de seguridad. El objetivo es que impidan el paso de vehículos que puedan ser utilizados para ataques terroristas.
De acuerdo con el portal de Guatecompras, tuvieron un costo total de 70 mil quetzales y se instalaron 125 en los lugares donde solicitó la DGAC.
Argueta aseguró que el problema es que no se pusieron sobre la acera, sino que a mitad de un carril, por lo que se limita el ingreso total de vehículos. "Se supone que tienen que frenar un posible ataque con vehículo, no impedir el paso totalmente", criticó.
Bolardos destruidos
Al realizar una revisión, uno de los bolardos se encuentra totalmente destruido y se percibe que el material usado para su construcción no fue el adecuado. Acerca de este problema, el titular de la DGAC detalló que los objetos se construyeron bajo especificaciones técnicas que impiden el avance de algún vehículo que trate de atacar las instalaciones del aeropuerto.
Asimismo, detalló que ese obstáculo fue destruido luego de que un carro realizara un mal movimiento y lo impactara. El golpe, que señaló no fue fuerte, lo derribó en el acto.
La idea del titular de la DGAC es retirar los bolardos actuales e instalarlos sobre la acera. "De esa forma se despejará el tráfico vehicular y se cumplirá con los requerimientos de la OACI", detalló Argueta.
Tipo asentamiento
Cada día hay un alto congestionamiento al ingreso del aeropuerto, principalmente en las horas de llegada de los vuelos más utilizados. Según el funcionario, el problema no son solo los bolardos, también la fallida Plaza Baktún, proyecto impulsado por el Partido Patriota (PP) y que quedó a medias debido a señalamientos de sobrevaloración por parte de la Contraloría General de Cuentas.
El titular de la DGAC explicó que al momento de hacer los planos, las autoridades del Gobierno del PP invadieron la acera peatonal y la mitad de un carril, por lo que se limita el ingreso de vehículos y se pone en riesgo la seguridad de las personas que acuden al encuentro de sus seres queridos.
La idea de Argueta es buscar los mecanismos para habilitar el ingreso de vehículos de una manera más fluida para evitar congestionamientos.
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