Lamentablemente les enseñamos a ahorrar antes que a trabajar. Sin importar la edad, lo más importante es que sepan ser productivos en lugar de ahorrativos con el dinero que tú les das. Para ello el libro de Smart Money, Smart Kids (Dinero inteligente, niños inteligentes), de Rachel Cruze nos da lineamientos para cada etapa de la infancia:
Cruze recomienda que a cada tarea le pongas un precio y págales inmediatamente después de que la terminan. Así pueden entender, tangiblemente, la conexión entre el trabajo que hicieron y el dinero que reciben. Un niño tan pequeño no puede procesar la espera de un pago al final de la semana.
En lugar de usar billetes con denominaciones de 10, 20 ó 50, usa monedas de 1 o billetes de 5 y ponlos en un lugar transparente. Para el peque el bulto se vea como una fortuna. Luego, déjalos gastar en lo que quieran ya que no hay nada más gratificante para un niño que ir a la tienda a comprar lo que quiere con el dinero que se ha ganado.
No te preocupes, pronto le vas a enseñar a ahorrar.
En este rango de edad pueden:
- Recoger los juguetes
- Llevar ropa sucia a la lavandería
- Hacer la cama
- Juntar las parejas de calcetas
- Poner la mesa con supervisión
- Recoger la basura adentro de la casa
- Ayudar cargando compras del super
Estas son ideas pero las más valiosas las negocias tú con ellos. Ponlos a pensar…
Este es el momento para comenzar a enseñarles a ahorrar. Cruze sugiere que les pagues semanalmente: designa un día de pago. A esta edad ya procesan más pero no dejes que pase más de una semana.
Debes tener cuidado en dejarles claro a tus hijos que no les vas a pagar por todo. Hay responsabilidades que hacen por el simple hecho de ser miembros de la familia y vivir bajo tu techo. Se tú el que decide qué sí se paga y qué no.
En esta etapa pueden:
- Darle de comer a los animales
- Doblar la ropa
- Lavar los platos
- Limpiar las ventanas
- Lavar el carro
Nuevamente, estas son ideas. Que usen el músculo de negociación y deja que te propongan trabajos.
Ahora es tiempo de abrir una cuenta en el banco para recibir los días de pago y otro dinero. Aparte de seguir trabajando, dales el equivalente de lo que gastas en ellos en entretenimiento, ropa, y otros gastos básicos por los que no les cobras, y permite que ellos comiencen a administrar ese dinero.
Si se les acaba, el regalo es una lección de vida. Esto les permite ver cuánto gastas en ellos y sobretodo, les enseña a administrar un presupuesto.
Tu ejemplo habla más que tus palabras. Ellos hacen lo que tú haces, no lo que tú dices.
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