En la región Ixil del departamento del Quiché, radica “la abuela Magdalena”, una anciana de avanzada edad. Ella no tiene el dato exacto de cuántos años tiene, pues la vida que le ha tocado ha sido dura, y cuando se lucha por sobrevivir, los años pesan más.
Esta ancianita tiene hijos, pero todos han nacido y crecido en pobreza, le dan lo que pueden, lo que sus bajos ingresos les permiten. Algunos de ellos han tenido que viajar desde Quiché hasta la capital para trabajar. Sin embargo, con las nuevas disposiciones que ha traído el COVID-19, no pueden trasladarse en transporte público, han perdido la opción de trabajar en la capital y con ello sus ingresos.
Las horas de trabajo del campo son pocas, llueve todo el tiempo, los suelos están inundados, los ríos crecidos, se pierden los cultivos y no hay quien en este momento esté dando trabajo.
CONÓCELA:
La coyuntura afecta a la abuela Magdalena y a sus hijos, tanto que la única opción que ahora les queda para sobrevivir es el apoyo que han recibido a través de una iglesia que ha reunido víveres para ellos y para otros pobladores en esa localidad.
Cómo ayudar
Por suerte, llegó a ella el joven evangelista Alexander Cedillo, quien es misionero de la Iglesia Príncipe de Paz de Quiché, y se dedica a ayudar en estos casos, junto con otros jóvenes. Comenzó a movilizar a los congregados de su iglesia y de otras, sin importar credo, para apoyar a la abuela.
Esta iglesia es la que dio a conocer el famoso caso de Catarina Raymundo que se viralizó por las redes sociales, donde gracias a las donaciones se construyó una casa para la anciana en aquella oportunidad.
- ASÍ TE LO CONTAMOS:
Alexander pone a disposición el número 4534 9370 para hacer las donaciones. Explica que únicamente por esta vía brinda información sobre a dónde se pueden enviar los víveres o a qué cuenta hacer el depósito, ya que en otras oportunidades han querido extorsionarlos para quitarles el dinero que ellos trasladan a los beneficiarios.
LOS PRIMEROS VÍVERES QUE RECIBIÓ:
Nos detalla también que últimamente ha sido aún más difícil llevarles a los ancianos de esa comunidad el apoyo que se recolecta, puesto que han habido crecidas de ríos, por las lluvias que no cesan. Sin embargo, eso no los detiene.
“Creció el río y ya se dificulta mucho irle a dejar los víveres pero, aún con los peligros, no voy aparar de ayudarlos”, dice Alexander.
EL RÍO QUE DEBEN CRUZAR PARA LLEVAR LOS VÍVERES:
La abuela Magdalena no tiene cama, ropa, ni comida, así que toda forma de apoyo es bien recibida.
ESTOS SON ALGUNOS BENEFICIADOS POR EL TRABAJO DE LOS JÓVENES:
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