Sentirse con sueño en las horas de trabajo o llegar muy cansado al final del día, pueden ser signos de bajos niveles de energía que un café fuerte no logrará evitar.
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Existen formas de darle al organismo mayor fuerza, los expertos hablan de los hábitos que hay que adoptar, pero en ocasiones, obtener un mayor bienestar depende de lo que hay que dejar de hacer.
Las siguientes son algunas rutinas que hay que ir abandonando para tener más energía durante el día y descansar mejor durante las noches.
La primera es muy habitual por el ritmo de vida que llevan muchas personas al estar todo el día fuera de sus casas trabajando.
1. Evita comer mucho al final del día
Este es el hábito por excelencia que roba nuestra energía, según la doctora Mary Valvano, médica del Hospital Concord, de New Hampshire.
"Hay que desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo. Ya que comer la misma comida a las 8 de la mañana a comparación de las 7 de la tarde puede llegar a afectar la capacidad de nuestro cuerpo para usarla como energía", afirmó la especialista.
Esa comida en gran cantidad puede ser aún peor cuanto más tarde se coma, dijo, y precisó que esto puede "perjudicar nuestros niveles de azúcar en la sangre y la capacidad de obtener energía de las comidas el día siguiente".
Además, la costumbre de comer más en la noche altera el sueño, fundamental para recuperar nuestra energía. La doctora Valvano advirtió que la comida abundante a última hora del día hará más dificultoso el descanso. En conclusión, lo mejor es consumir las comidas fuertes al comienzo del día.
"La falta de sueño genera malestar y además aumenta el riesgo de adoptar estilos de vida no saludables (como fumar, consumir alimentos sin tener hambre, y postergar responsabilidades), lo que llega a alterar la estabilidad general", explicó la neumóloga Mirta Castro, especialista en sueño de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.
2. No consumas bebidas energizantes
Es conveniente abandonar o reducir al mínimo el consumo de estas bebidas ya que, según un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Dammam, en Arabia Saudita, las bebidas energéticas, contrariamente a lo que indica su nombre, pueden tener efectos que quiten la energía.
Entre los efectos mencionados por ese análisis, esas bebidas afectan la salud del corazón y el cerebro, aumentando la presión arterial, entre otras consecuencias.
Al contener elevados niveles de cafeína pueden causar: ansiedad, insomnio, malestar gastrointestinal, espasmos musculares, inquietud y períodos de agotamiento. Además, el alto consumo de cafeína se asocia con dolores de cabeza diarios agudos y crónicos.
En cambio, otras bebidas que contienen cafeína en niveles más bajos, pueden contribuir al aumento de la energía. El estudio sugiere consumir cafeína de fuentes como el té, especialmente el té verde, ya que puede "ayudar a mejorar los niveles de energía al apoyar a las mitocondrias, que son responsables de producir energía en nuestras células".
3. Renuncia a la vida sedentaria
Abandonar la costumbre de estar todo el día sentados puede generar rápidos y beneficiosos cambios en nuestro organismo.
En febrero de 2023 se publicó un análisis sobre 81,717 pacientes médicos de Reino Unido que mostró que los niveles más altos de actividad física, en particular la actividad de intensidad moderada, se asociaron con menores riesgos de hospitalización.
Los recientes hallazgos sugieren que si las personas de mediana edad y mayores agregaran 20 minutos de ejercicio a su rutina diaria, podrían reducir el riesgo de hospitalizaciones por esas causas entre un 4 y un 23% durante siete años.
"El ejercicio regular puede ayudar a mejorar los niveles de energía al aumentar el flujo sanguíneo y el oxígeno al cerebro y los músculos", agregó la doctora Danielle Kelvas, médica de Chattanooga, Tennessee. La doctora recomendó hacer al menos 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada todos los días, como caminar a paso ligero, andar en bicicleta o nadar.
4. Dile no a los alimentos con alta cantidad de azúcar
Finalmente, se deben abandonar o, al menos moderar, el consumo de alimentos con altos niveles de azúcar.
Los expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, crearon el "Plato para Comer Saludable", que forma parte de una guía para preparar comidas saludables y balanceadas para cuidar la salud.
Algunas fuentes de carbohidratos saludables son: los vegetales (a excepción de las papas), las frutas, los granos integrales, los frijoles y las lentejas. Por eso, lo aconsejable es mantener un plan de alimentación que incluya muchas frutas, verduras y cereales integrales.
Además, elige alimentos que aporten energía al cuerpo como banano, aguacate, brócoli, huevo, semillas de chía, avena y pescado.
Por otra parte, el estrés también es una razón importante para la disminución de los niveles de energía, ya que el cansancio es un efecto secundario conocido del estrés y el agotamiento emocional.
Lo recomendable es practicar técnicas de manejo del estrés como la meditación, la respiración profunda o el yoga para ayudar a reducir los niveles de estrés y mejorar la energía.
Si el cansancio se vuelve habitual y dura más de una o dos semanas, aún adquiriendo nuevos hábitos saludables, lo recomendable es consultar con un médico. Sobre todo si ese agotamiento va acompañado de fiebre, pérdida de apetito o dificultad para respirar.