El incendio que duró casi siete días en el vertedero de Bárcenas, Villa Nueva, puso de nuevo sal sobre la llaga en un problema que lleva más de seis años. Lo peor, es que, pese a la crisis, el futuro es incierto y la solución muy lejana.
EN CONTEXTO: Humo del incendio en Villa Nueva afecta a varios municipios
El vertedero comenzó a operar en 1999 para contribuir a desahogar al relleno sanitario ubicado en la zona 3 de la ciudad de Guatemala. En 2007, este basurero comenzó a ser administrado por la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Amatitlán (Amsa) y allí empezó el problema.
El convenio se firmó el 24 de abril de 2007, la intención era que el vertedero fuera cerrado en un plazo de cinco años, al menos, así fue como se acordó con el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), pero eso no ocurrió y a pesar que el año durante 2020 esa entidad ordenó empezar con la clausura, aún no se ha logrado.
De acuerdo con el convenio, Amsa no sólo debía procurar el cierre, sino que debía hacerse responsable del manejo adecuado de los deshechos mientras esto se lograba. El problema es que no le dieron recursos para cumplir esos objetivos.
Pasaron los años y no se logró el objetivo. En lugar de ello, la dificultad se incrementó, pues de recibir los residuos de 9 municipios, pasaron a ser 13. La basura no estaba siendo tratada, tal y como lo dice su nombre, los recolectores sólo llegaban a verter los desechos en el lugar. Era necesario hacer un cambio, pero sin dinero, nada podía hacerse.
Fue por ello que, en 2015 la Municipalidad de Villa Nueva firmó un acuerdo con Amsa, en el cual se comprometieron a pagar la maquinaria que sería utilizada para apelmazar la basura, colocar selecto y realizar una administración más adecuada del lugar.
Sin embargo, el gasto comenzó a ser muy oneroso para las autoridades municipales. Hasta 2019 cuando terminó el convenio, la Municipalidad de Villa Nueva destinaba Q9.9 millones al año por el manejo de los residuos sólidos en el vertedero ubicado en el kilómetro 22 de ese municipio. Fue allí cuando decidieron culminar el acuerdo.
Sin la Municipalidad haciéndose cargo del problema económico, Amsa debía buscar una solución, pero no era tan fácil, ya que de 13 municipios que depositaban su basura en 2017, ahora son 34. Administradores anteriores trataron de buscar los recursos y de darle el tratamiento adecuado a los deshechos, pero en menos de un año, se ha cambiado a cuatro directores de esa entidad.
En 2017, Soy502 publicó el reportaje "Crisis de la basura: el pleito que provocará un caos ambiental", donde se evidenció que el vertedero estaba en serias dificultades.
Hasta el cuello
En septiembre de 2020, empezó el colapso. No había nadie que administrara Amsa y, por consiguiente, nadie que tratara los deshechos del vertedero. Algunas veces se utilizaba una retroexcabadora asignada al lago de Amatitlán para remover la basura, pero no era constante como debía hacerse.
Miguel Ángel Carrera, presidente de la Gremial de Recolectores de Basura de Guatemala, denunció en varias oportunidades la crisis que se vivía en el lugar. Cada día los más de 350 camiones que llegan a depositar la basura, debían hacer colas que duraban horas. Nadie le hizo caso.
Esto no era nuevo, Carrera ha denunciado esa situación durante años. Fue hasta el 8 de enero cuando nombraron a Jackeline Morales, como la nueva directora de Amsa, pero, según los recolectores, no hizo nada por solventar la situación, por el contrario, se negó a darles audiencia.
El incendio empezó realmente en diciembre del año pasado, pero no fue hasta el 6 de febrero cuando se volvió incontrolable, los socorristas y bomberos tardaron casi siete días para sofocarlo, aún poniendo en riesgo su propia salud.
Incluso, autoridades de Amsa indicaron que presentarán una denuncia ante el Ministerio Público (MP), pues sospechan que el fuego fue provocado.
Futuro incierto
En noviembre de 2019, las autoridades del MARN ordenaron el cierre del vertedero y dio un plazo de dos meses para hacerlo. Ello lo hicieron después de realizar una auditoría ambiental que concluyó que este puede "originar graves problemas a la salud de la población y al medio ambiente".
Sin embargo, el recién pasado 8 de febrero, las nuevas autoridades del MARN informaron que Amsa había solicitado una ampliación para el cierre, debido a que "no cumplía con los términos de referencia y con aspectos legales, por lo que dieron recomendaciones y una prórroga" para hacerlo.
Entonces ¿qué va a pasar con la basura? En 2015, la Municipalidad de Villa Nueva, durante la administración de Edwin Escobar, adquirió dos terrenos ubicados en el kilómetro 24.5 donde se había planificado construir un relleno sanitario, el cual sería administrado por las autoridades ediles y se pretendía establecer una planta para la explotación de gas metano.
Por los terrenos la comuna pagó Q15 millones. Pero, la construcción se detuvo luego de una denuncia de la Contraloría General de Cuentas (CGC) que evidenció irregularidades y accionaron ante el MP por considerar que existió sobrevaloración y establecieron una multa de Q1.3 millones.
Javier Gramajo, actual alcalde de Villa Nueva, explicó que el proyecto de la construcción de un nuevo vertedero se va a retomar. Se prevé utilizar los mismos terrenos que ya fueron comprados por Escobar, pero desconoce cuánto tiempo podría llevar, debido a que tienen que buscar una solución con la CGC.
"Los terrenos no están intervenidos, por eso estamos hablando de retomar el proyecto", manifestó. No obstante, ya no sería para los 34 municipios, sino que se prevé que sea sólo para Villa Nueva. "El Código Municipal establece que todas las Municipalidades tienen que buscar una solución para el tratamiento de sus desechos sólidos", justificó.
Sin embargo, explicó que el viernes 12 de febrero sostuvieron una reunión con el presidente Alejandro Giammattei para buscar soluciones y, es muy probable, que el proyecto se haga en conjunto. "Si es de esa manera, la solución sería global, pero la extensión (20 manzanas) de los terrenos alcanzaría para que Villa Nueva tenga una solución durante unos 10 años, ahora, si sumamos todos los municipios, no llegaría ni a dos y volveríamos a tener el mismo problema", dijo.
Al fin de cuentas, si se logra una solución no será a corto plazo. Según Gramajo, este año se prevé lanzar una licitación para una concesión del manejo del basurero, pues la Municipalidad no cuenta con recursos para construir el vertedero, pero se creará una mesa técnica para evaluar una solución integral como Mancomunidad de Sur.
"Un vertedero no lo podemos hacer de un día para otro. Además, se debe de construir una carretera, la mejora de las rutas, el problema es que ningún otro municipio tiene un terreno para construir un nuevo vertedero", explicó, pero reconoció que no será a corto plazo.
Mientras tanto, en agosto del año pasado la Municipalidad de Villa Nueva y Amsa volvieron a firmar un nuevo convenio, en el que ambos pondrán Q4 millones cada uno, los primeros para la construcción de una laguna de lixiviados para continuar con el cierre técnico.
No obstante, el problema podría continuar, porque Amsa no cuenta con los recursos para la maquinaria que se requiere a diario para el tratamiento de la basura y la Municipalidad de Villa Nueva se desligó del pago de la misma, así que el problema podría continuar.
En tanto, el gobernador del departamento de Guatemala, Carlos Waldemar, aseguró que el cierre técnico del vertedero podría durar dos años más, pese a que reconoció que el lugar ya cumplió su vida útil y aseguró que Giammattei piensa en un proyecto mas grande del nivel de los países de primer mundo.
Soy502 trató de buscar una posición de las autoridades de Amsa, pero no obtuvo ninguna respuesta.
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