Nuestros pies pueden desprender mal olor en algún momento de nuestra vida. ¿Cuáles son las razones por las que huelen así? ¿Son efectivos los remedios caseros? ¿Qué tratamientos médicos podemos aplicar?
Dos especialistas en Podología revelaron algunos datos que pueden ser muy importantes para la salud de tus pies:
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Según Marcos Villares, tesorero del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos (Cgcop) y presidente del Colegio de Podólogos de La Rioja, España, el olor de pies puede ser puntual o diario:
“Si el olor es de un día, con un mínimo cuidado se resuelve, pero a veces responde a una patología y no es tan sencillo. Si el olor es habitual, puede anunciar una afección como hongos, aunque no siempre”, señala.
Uno de los motivos del mal olor se debe a que “los pies pasan horas encerrados, con su secreción excesiva y concentrada. Esta humedad es caldo de cultivo donde las bacterias y hongos que emiten gases malolientes se multiplican”, explica Villares.
También afirma que el mal olor de pies se da más en niños y adolescentes: “Porque se mueven más que un adulto, así que sus pies sudan más y el sudor es una forma de eliminar la temperatura corporal; también por el abuso de tenis que no permiten la transpiración y por una higiene inapropiada que se produce cuando los padres no dedican tiempo al secado tras el baño y los niños pequeños no saben hacerlo bien solos”, explica el tesorero del Cgcop.
Los hongos y el pie de atleta también guardan relación con el olor de pies. “Si aparecen puntitos, grietas o la piel se enrojece o incluso, adquiere un tono blanquecino, hay que acudir al podólogo, porque el problema puede evolucionar y contagiar a otras partes del cuerpo”, indica Villares.
Estefanía Soriano, vicepresidenta del Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (Icopcv), en España, habló respecto a los remedios caseros y su eficacia:
Tradicionalmente, se considera a remedios caseros para combatir el olor de pies el vinagre, el bicarbonato de sodio, la salvia, el té negro, el limón etc., pero "estos recursos no son efectivos ante una bromhidrosis, ya que no existe una evidencia científica que asegure el control del mal olor generado en los pies”, explica.
En caso de optar por utilizar los remedios tradicionales, los más eficientes son los talcos.
Para su utilización, “hay que espolvorearlos entre los dedos, en la planta, en el calcetín e, incluso, en el calzado, porque es absorbente y elimina el exceso de sudor”, explica Villares.
Ante la incierta eficacia de los remedios caseros, según Soriano, se puede tomar una serie de medidas para prevenir el mal olor de pies:
1. Tener una higiene diaria correcta, que incluya un buen secado de los pies después de la ducha o baño.
2. Usar calcetines de algodón, que absorben la humedad y no optar por las fibras sintéticas.
3. Usar calzado de piel o tejidos naturales transpirables que permitan evacuar el calor.
4. Ante hipersudoración es aconsejable cambiar los calcetines una o varias veces.
5. Si se tiene posibilidad, airear los pies y/o cambiar de calzado durante el día.
Villares propone otras recomendaciones para combatir el olor desagradable:
“Usar jabones con germicida para eliminar las bacterias de la piel, que son las responsables de descomponer el sudor; también utilizar antibióticos tópicos en lugar de cremas hidratantes; comprar un desodorante natural compuesto, por ejemplo, de almidón de maíz, talco y óxido de zinc; y para los casos más exagerados, usar antitranspirante”.
Acerca de los tratamientos médicos contra el olor de pies Soriano, dice que se puede usar para “remediar la situación los antitranspirantes”.
El miembro del Cgcop explica otro procedimiento médico:
“Cuando la bromhidrosis está acompañada de hiperhidrosis (exceso de sudor), a veces se realiza un tratamiento con bótox para detener la producción de sudor. Los pinchazos de toxina botulínica pueden paralizar casi todo el sudor durante cuatro o seis meses, pero es un tratamiento temporal, bastante doloroso y en los pies es un 30 por ciento menos efectivo que en otras partes del cuerpo”.
Otro tratamiento que se puede utilizar ante la ineficacia del resto de alternativas es la cirugía, que “se hace como una liposucción debajo de la piel para eliminar las glándulas para que la persona deje de sudar”, dice Villares.
¿En qué momento hay que ver a un especialista?
“Ante cualquier situación anómala presente en los pies, el podólogo es el especialista y encargado de valorar, diagnosticar y dar el tratamiento óptimo en cada caso”, señala Soriano.
“En ocasiones se recetan fórmulas magistrales con elementos esenciales que se preparan en farmacias especializadas siempre bajo prescripción”, concluye la especialista.
Con información de Cuídate Plus.