Tal y como ocurrió durante la muerte de Pablo Escobar, los captores del narcotraficante Dairo Antonio Úsuga, alias "Otoniel", aprovecharon a tomarse selfies para dejar plasmado el momento.
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La captura se desarrollo con una operación conjunta entre la Policía, el Ejército y la Fuerza Aérea de Colombia. Su detención es considerada una de las más importantes desde 1993 cuando Pablo Escobar falleció en un operativo para capturarlo.
El colombiano fue aprehendido en el cerro del Yoki, paraje rural ubicado en El Totumo, de Necoclí, al sureste del centro de Colombia.
Medios locales informaron que la operación inició el viernes en la madrugada, luego de meses de planeación que iniciaron en enero. En varias oportunidades tuvieron que cambiar de estrategia, debido a lo esquivo que resultó Úsuga.
Hasta ahora, se habían realizado tres operativos fallidos. La operación fue denominada Osiris y empezó desde el 15 de octubre, fecha en el general Luis Fernando Navarro se reunió con comandantes del Ejército, la Policía y la Fuerza Aérea para trazar la estrategia.
El plan fue cubrir una extensa zona entre el cerro Yorki, donde fue capturado y el cerro Azul. En una de las imágenes de su detención se observa al más buscado de Colombia sin camisa y sobre el pasto seco del lugar.
Luego del arduo trabajo realizado, los participantes en la detención, no dudaron en fotografiarse con el narcotraficante.
Pese a que le espera un largo proceso judicial y posiblemente una larga condena, "Otoniel" apareció en la fotografía con una leve sonrisa en su rostro y hasta mirando a la cámara del teléfono con la que se realizaba la imagen.
Una fotografía similar se volvió famosa en 1993, cuando los captores de Pablo Escobar posaron junto a su cuerpo inerte, luego de ser asesinado en el operativo para detenerlo.
La detención de "Otoniel" ha sido considerada como una de las más importantes desde la muerte de Escobar. Estados Unidos ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares (unos Q38.7 millones) a quien brindara información que permitiera su detención.