Un pueblo argentino es atormentado por decenas de loros barranqueros que dejan excremento por todo el lugar.
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Al sur de Buenos Aires, Argentina se encuentra una provincia que vive un verdadero calvario por la invasión de miles de loros barranqueros.
Para ahuyentarlos, los habitantes del lugar ya han utilizado ruido, luces láser y otros métodos de espanto. Sin embargo, no han tenido suerte, afirmaron las autoridades locales.
El lugar afectado es Hilario Ascasubi a 750 kilómetros al sur de la capital argentina, en donde una hilera verde interminable se observa en los cables eléctricos.
Lo que se divisa son las miles de aves que diariamente atormentan con sus ruidos a los casi 8 mil habitantes del lugar.
Además, dejan pilas de excremento en las calles y son la pesadilla de los vecinos y automovilistas que son blanco de los loros.
Por ello, el municipio dispuso poner cuadrillas especiales de limpieza y los vecinos deben organizarse para mantener la higiene de esa ciudad, ante los animales considerados transmisores de psitacosis, una enfermedad infecciosa que puede ser mortal.
Las campañas
Ante lo que ocurre, la comunidad decidió promover campañas de ruido para ahuyentar a los loros e instalaron poderosas luces láser, pero hasta el momento no han dado resultados.
"Después de la seis o siete de la tarde, ya no se puede hablar por teléfono en el patio por el ruido de los loros", dijo una funcionaria de Hilario Ascasubi.
Mientras tanto, en el parque de la localidad, los juegos para niños están "blancos por el excremento", detalló la funcionaria, María del Valle Otero a un sitio llamado Bichos del Campo.
El problema de la invasión de los loros afectó la zona desde meses atrás, cuando se suspendió un espectáculo musical de cierre, porque las aves causaron un apagón eléctrico.
Según los expertos, la inusual cantidad de loros en Hilario Ascasubi se debe al desmonte de su hábitat natural y también a la facilidad para alimentarse en los campos de girasol que están cerca.
* Con información de AFP
