Una joven pareja guatemalteca encontró cómo cultivar su amor en medio del confinamiento de la mujer, en el quinto piso de un hotel, tras dar positivo a Covid-19, hecho que los obligó a postergar su matrimonio.
Apostado en la calle del hotel capitalino, acondicionado para atender enfermos de Covid-19, Miguel Ángel Taque, de 26 años, se valió de una manta con la frase "Mi sonrisa está lista para cuando vuelvas", para saludar a su novia Yoselin Solórzano, observó el fotógrafo de Agencia Francesa de Prensa (AFP), Johan Ordóñez.
Taque, vestido con playera y tenis negros y pantalón de mezclilla azul, dijo que tenían planificado contraer nupcias el próximo 15 de agosto, pero el contagio y las restricciones impuestas por el gobierno desde hace cuatro meses truncaron sus sueños.
Para contener la pandemia, el gobierno prohibió las reuniones y eventos sociales, culturales y deportivos, y mandó cerrar las iglesias, centros comerciales, escuelas y universidades.
"El amor todo lo puede", dice Taque sobre la solución que encontró para expresar sus sentimientos a su novia, que se recupera en este centro habilitado por el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).
Cuenta que había planificado pedirle matrimonio en una lancha en el lago de Amatitlán, pero la pandemia le cambió los planes, por lo que hizo el pedido por una red social y el anillo de bodas lo envió mediante una empresa de mensajería.
En tanto, Solórzano comentó vía telefónica que podrá salir el lunes o martes próximo para una cuarentena de 17 días en su casa.
Ella perdió el olfato y el gusto, sufrió fuertes dolores de cabeza y diarrea, contó esta enfermera que trabaja en el hospital público de Puerto Barrios.
La pareja reprogramó la boda para el 5 de diciembre, siempre y cuando "sigamos avanzando hacia una posible normalidad", dijo Solórzano.
Datos oficiales indican que hasta este viernes Guatemala suma 49,789 contagios y 1,924 muertos por covid-19.
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