La ola de violencia que desató la muerte de Camila, se convirtió en llanto de solidaridad durante el sepelio en el que entre desgarro y razón la madre de la niña se echó a llorar sobre el féretro.
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La desaparición de Camila ocurrió el miércoles 27 de marzo recién pasado. Sin embargo, lo que ha traído consigo ha sido llanto, gritos, crueldad en las calles y el desolador momento que la madre ha sufrido desde que su hija de 8 años no volvió a casa.
Este viernes 29 de marzo se llevó a cabo el velatorio del cuerpo de la menor en la localidad de Taxco, Guerrero México. Momento al que acudieron sus compañeros de la escuela y su maestra.
Según medios locales, posterior a la oficialización de la misa por el alma de Camila, el cortejo fúnebre se encaminó hasta el Cementerio Minas Viejas al sur de la ciudad.
Al llegar a este lugar y antes de depositar el ataúd de Camila, la madre lloró con desconsuelo sobre este, repitiéndole que la amaría siempre, pero que tenía que soltarla.
Las palabras de Magui Díaz, madre de Camila, fueron:
"Ayúdame a ser fuerte para no volverme loca, lo voy a aceptar, ya no serás mi hija. Vieras cuantas personas estuvieron para ti, no te imaginas cuantas, Cami, te amo mamita, te amo", fueron las últimas palabras entre sollozos que Magui le dejó a Camila.
En otro video
Este hecho se ha convertido en una noticia que ha alcanzado a varios espacios digitales, algunos compartiendo los videos donde los acusados de haber dado muerte a Camila fueron atacados y no pudieron ser rescatados por las autoridades policiales locales.
Otros, en cambio, han hablado del clima de violencia que vive la ciudad de México, y particularmente en contra de la mujeres.
Y mientras en las declaraciones de un funcionario se entendió que se estaba responsabilizando a la madre de Camila por la falta de cuidados hacia la menor, ella se defendió diciendo que solamente confió demasiado en quienes no debió, que la amiga de Camila la quería mucho, que hubo mucho cariño entre ambas, lo cual le daba cierta confianza.
Magui Díaz dijo que siempre cuidó a su hija, que no solamente tenía a Camila, que también ha cuidado de sus otras dos hijas. La madre de Camila dijo que no pudo actuar para que Ana, la mujer linchada y acusada de haber dado muerte a Camila, quedara viva para sufrir en carne propia y desde la cárcel el dolor que ella está viviendo por la muerte de la pequeña Camila de 8 años.