De niño soñó con ser portero, en sus inicios se desempeñó como defensa central, cuando jugaba en la sub-18 lo pusieron de volante y en la categoría libre se definió como delantero. Así fue como Oscar Denilson Mejía del Cid encontró su vocación: hacer goles.
Viene de una familia futbolera, en la que los fines de semana significan ir a la cancha. Su abuelo, su padre, sus tíos y su hermano mayor Carlos -que juega para Comunicaciones FC y ha sido seleccionado nacional- llevan el fútbol en la sangre y le han transmitido esa pasión.
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Oscar Denilson nació y se formó en Cuilapa, Santa Rosa, a los 6 años empezó a jugar en la categoría minimoscos de la liga local, en la primaria participó en juegos escolares y durante los básicos representó a su instituto en un torneo nacional patrocinado por una gaseosa.
Volvió a la liga departamental de Santa Rosa para jugar con los más grandes. "Mi padre me hacía el favor de firmar los permisos para que los dueños del equipo me pudieran inscribir", cuenta el juvenil.
Un día se armó de valor y le pidió a su hermano Carlos que le consiguiera una prueba en Comunicaciones FC, el club de 30 títulos en Guatemala.
Un 18 de enero del 2016 llegó al estadio Cementos Progreso y probó suerte en la categoría sub-17, cumplió con las expectativas, pero el técnico de ese equipo prefirió inscribirlo en al sub-15, así que a Oscar le tocó empezar desde lo básico.
Aunque, no fue problema el "Cuilapita", como le dicen sus amigos por su hermano, subió rápido y dos años después debutó con el equipo mayor de los albos, antes pasó por la filial en la Primera División.
El costarricense Ronald González lo envió a la cancha en el estadio Verapaz el 15 de noviembre del 2017 para sumar sus primeros minutos en la Liga Nacional. Los Cremas empataron sin goles ante Cobán Imperial y Mejía ingresó al 82.
Desde ese entonces suma 17 apariciones y cuatro goles con el plantel absoluto.
Si hay un momento que ha marcado su corta carrera es el juego en el que se enfrentó a su hermano. Fue el 7 de abril, Carlos jugaba para Petapa y se vieron las caras en el mítico estadio Doroteo Guamuch Flores. Ambos anotaron y su familia estuvo en el palco.
Hoy Oscar (19 años) comanda la fuerza ofensiva de la Selección Sub-20 de Guatemala que peleará por uno de los cuatro boletos que reparte el Campeonato de la Concacaf al Mundial de Polonia 2019.
Es un jugador veloz que tiene picardía para dejar en el camino a sus marcadores y tiene una cómoda relación con el gol.
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