Las nuevas autoridades de Comunicaciones buscan solucionar los problemas que impiden construir una nueva autopista en Escuintla.
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Una demanda y la falta de dictámenes figuran entre los inconvenientes que enfrenta actualmente la construcción de la autopista Escuintla-Puerto Quetzal, por lo cual los trabajos siguen sin comenzar.
La jefa del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), Jazmín de la Vega, informó sobre los problemas legales que rondan esa obra de infraestructura, tras una demanda interpuesta por el Consorcio de Autopistas de Guatemala (Convía), a la cual se concecionó el proyecto.
"Se trata de una obra ya aprobada por el Congreso, que está en análisis, porque el tiempo pasó y no se logró completar en la Dirección General de Caminos el análisis de un dictamen", indicó.
Según la funcionaria, tal retraso propició que Convía accionara contra el Estado por daños y perjuicios, por lo que "hay que pagar una cantidad grande". Pese a ello, hizo ver que se han buscado acercamientos, con el fin de retomar la obra.
Añadió que se debe cumplir con un plazo de dos meses para presentar los estudios faltantes y luego se tendría un año para la construcción de la autopista. De la Vega remarcó que este es un tema que se retomará.
Un tema añejo
A finales de noviembre pasado, el Consejo Nacional de Alianzas para el Desarrollo de Infraestructura Económica (Conadie) informó sobre el análisis de dictámenes que conformaban un expediente del mencionado proyecto, en el cual se rechazaba el estudio definitivo de ingeniería.
Este había sido elaborado por Convía y no fue aprobado por el CIV meses atrás; de hecho, se había improbado ya durante tres ocasiones, lo cual dejó la obra en un impasse que se mantiene hasta la fecha.
Cabe recordar que la concesión para la construcción de la autopista Escuintla-Puerto Quetzal fue aprobada por el Congreso de la República en noviembre de 2021 y dejaría a la empresa citada a cargo de la administración de esa ruta durante 25 años, tres de los cuales duraría su construcción.
Durante ese período, se cobraría un peaje, similar a lo que ocurría en la autopista a Palín-Escuintla. A cambio, la compañía en mención se encargaría de que la carretera estuviera en óptimas condiciones.