Jessica Padgett y Kendall Murphy tenían planeado casarse el 29 de septiembre de este año, pero el destino decidió impedir la boda. En noviembre de 2017, el novio murió atropellado.
Por iniciativa de la madre de él, la joven residente del condado de Daviess, en Indiana, Estados Unidos, visitó la tumba de su exprometido vestida de novia y se hizo una sesión fotográfica para complacer a la que se convertiría en su suegra.
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Las imágenes que fueron compartidas en las redes sociales retratan los momentos en que Jessica, rodeada de sus familiares, se puso el vestido de boda, se maquilló y tomó entre sus manos un ramo de flores, como si verdaderamente fuese a celebrar las nupcias.
Además, la joven llevó al cementerio varias pertenencias de su novio, como su uniforme de bombero, su casco, sus botas y una fotografía de él.
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Kendall murió tras ser embestido por un conductor en estado de ebriedad que, paradójicamente, también era bombero, según información de la cadena CBS4.
*Con información de RT
