Una espeluznante leyenda vincula a una antigua sacerdotisa del Antiguo Egipto con el hundimiento del Titanic.
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En el Museo Británico de Londres se encuentra una particular pieza cubierta de madera y yeso, que antiguamente protegía la momia de una mujer.
Se dice que se trata de una sacerdotisa del Antiguo Egipto, conocida desde hace mucho tiempo como la "momia de la mala suerte".
Entre las muchas historias que se cuentan sobre la "maldición de la momia", resalta una escalofriante leyenda que relata el hundimiento del Titanic, ocurrido el 12 de abril de 1912.
El periodista y espiritista William T. Stead que viajaba a bordo del transatlántico y que falleció en el naufragio, fue quien dio a conocer la historia. Durante una charla con viajeros contó un relato basado en las maldiciones desatadas por la momia.
Y es que Stead aseguró que la pieza viajaba a bordo del Titanic por un envío que su nuevo propietario, un multimillonario, había realizado.
Tras el hundimiento, se contó también que la momia salió a flote y fue recogida por una compañía de salvamento que la trasladó hasta Estados Unidos.
Cuando los responsables intentaron devolverla a Londres, el barco Empress of Ireland también naufragó dejando la pieza a flote. Dichas experiencias fueron el motivo para catalogar a la momia como un ente "maldito".
