El 19 de enero de 2019 el Tribunal Supremo Electoral convocará a elecciones generales en Guatemala, y los políticos más avorazados, astutos y, varios de ellos seriamente cuestionados en su labor política, han iniciado ya la tomadera de fotos.
Es realmente lamentable cómo la política más sucia de este país aprovecha los espacios de creencia e identidad de la ciudadanía para manipular a quienes podrían ser sus futuros votantes y para atacar a sus probables contrincantes.
La marcha del domingo 2 de septiembre, que pretendía ser una manifestación en torno al posicionamiento de cierto sector de la población –convocado y organizado a partir de sus creencias religiosas- sobre sus visiones de la familia y la reproducción, se convirtió en la plataforma pública de personajes de la política y la propaganda.
Desde antes de la marcha, personajes como Zury Ríos y su partido Valor se montaron a la convocatoria y como era de esperarse, Ríos participó en la marcha y subió fotos que tranquilamente llenarían un álbum en Facebook que podría llamarse “Pena de muerte/Provida”.
Como Ríos, Luis Hernández Azmitia salió con la barbilla alzada y la bandera de Guatemala mirando al cielo como santo de estampita, siguiendo su práctica de oportunismo y zalamería propio de un político demagogo dispuesto a saltarse cualquier muro que se interponga con sus intereses personales.
O el señor Linares Beltranena que dejó la pajarita para ponerse la camisola y llegar a cantar el himno con el mismo piadoso gesto con que dijo que las personas con discapacidad son “un gasto para el país” y que ser mujer es un “accidente biológico”.
Por su parte Ricardo Méndez Ruiz de la Fundación contra el terrorismo y los community manager que trabajan para él, se dedicaron a promover la marcha como una marcha Contra Cicig y contra lo que ellos llaman, con harta ignorancia, “ideología de género”.
El campeón de esta gesta es el títere de la corrupción, Jimmy Morales, a quienes algunos militares todavía llaman presidente, quien el viernes, marioneta de la impunidad con 60 hilos en la espalda, hombros, manos y boca, terminó su diatriba para salvarse a él, su familia y sus jefes aludiendo al tema de la familia y la reproducción.
Es claro que defender un punto de vista de una discusión, que llevará todavía bastante tiempo, no es defender la visión de quienes se aprovechan de ello; pero por favor, no dejés que estos portavoces de la corrupción y la mediocridad manipulen tus creencias para conseguir votos, impunidad o dinero, que es para lo que lo hacen.
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