Recuerdo esa época del Real Madrid de “Los Galácticos” (para los más jóvenes estos eran Zidane, el mejor de los Ronaldos, Figo, Raúl, Beckham y Roberto Carlos) donde todo partido era “el partido del siglo”. Divertido pero una gran mentira.
De la misma manera no se puede tomar muy en serio, aunque sea emocionante, eso de que la madre de todas las batallas sea la última polémica del mes.
La comunicación política se construye ladrillo a ladrillo, día a día, a través de un ejercicio de credibilidad y posicionamiento. Pelear batallas no es el problema sino olvidar que existen horizontes estratégicos que deberían marcar qué y cómo se juega.
Lo que hagas ahora debe estar alineado con el objetivo a cumplir. Si no, de nada sirve tener pequeñas victorias inmediatas. Como dice el dicho (de victoria en victoria hasta la derrota final) incluso pueden sepultarte a largo plazo.
Tampoco significa que, cual partido de fut, se gane o se pierda. Solo las décadas pueden decir eso y aun así siempre puede haber un retorno del Jedi.
Pongamos ejemplos. Si el Fiscal se va de un lado procicig o anticicig no significa que los de uno u otro bando no tengan opciones. Un o una Fiscal díscolo con la actual estrategia se vería sometido a presiones de Estados Unidos, la misma CICIG (que le pondría delante casos trabajados a los que le sería difícil decir que no) o ciertos medios de comunicación.
Si no logran sacar a CICIG (escenario muy, muy probable), no significa que todo se haya perdido para la actual estrategia contra la lucha contra la corrupción. Podrían seguir con el desgaste mediático o mejorar en su estrategia de entrampamiento operativo.
La política es un flujo continuo, nunca se detiene. Demasiados actores parecen estar sacrificando, por la victoria del corto plazo, capital en el largo. Si siguen así, no tendrán nada que comprar…en las próximas elecciones.
Y es que el horizonte temporal de medio plazo es claramente 2019. Darse color ahora significa que posiblemente tus rivales te darán carita después.
Es el horizonte pero no es el único horizonte. Si no hay renovación en esta contienda, o si esta no es profunda, 2023 abriría otra opción. En política vale muchas veces más la perseverancia que la inteligencia pero siempre más la estrategia que la solitaria táctica.
Se viene complicado abril y quizá más aún mayo. La segunda mitad del año no pinta muy tranquila tampoco. Todo el que no piense estratégico, o que malinterprete las tendencias de largo plazo, perecerá...o no, quién sabe.
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