El oficialismo tiene pocas horas para aprobar el Presupuesto General del Estado 2017, ya que el Congreso debe conocerlo y decretarlo antes de la medianoche del 30 de noviembre para el 1 de diciembre.
Debido a la urgencia, probablemente la sesión del Congreso en que se apruebe, será rápida, sin detenerse en los detalles.
A pesar de las grandes necesidades que tiene el país en infraestructura, salud o educación, entre otros, esto no se refleja en el Presupuesto 2017.
Los siguientes datos y análisis que se reflejan en esta nota, tomaron como base información facilitada por la cartera de Finanzas respecto a la propuesta de 79.8 mil millones de quetzales, de los cuales, cerca de Q15 millones se destinarán a inversión.
Posteriormente, la Comisión de Finanzas del Congreso redujo el monto total del proyecto de presupuesto a 76.9 mil millones de quetzales, con el que también se recortó el apartado de la inversión hasta los Q13.6 mil millones.
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Las diferencias regionales son explícitas. En caso de aprobarse, la región suroccidental y la metropolitana serán las que más dinero recibirían con Q1.6 mil millones y Q1.4 mil millones respectivamente.
En el lado contrario, se encuentran la región suroriental y norte con 485 millones de quetzales y Petén con Q195 millones.
Para Pedro Prado, investigador económico de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), esto no supone una novedad ya que recuerda que en el caso de Petén siempre ha sido un departamento que no ha recibido la inversión que realmente necesita.
"La inversión pública es urgente por el deterioro de la red vial y debe hacerse siguiendo unos criterios lógicos", comentó el experto.
Cruzando estos datos con las estimaciones de población, se esclarecen otras desigualdades. Es decir, la inversión por cada habitante de la región nororiental (Izabal, Zacapa, El Progreso y Chiquimula) será el triple de la que se hará para los habitantes del Petén.
En términos numéricos, por cada habitante de nororiente se invertirán 608 quetzales frente a los Q249 de cada petenero.
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El resto de habitantes se ubican en rangos intermedios, entre los 421 quetzales de cada habitante de la región metropolitana a los Q294 de los residentes de las Verapaces.
En estos dos aspectos, la inversión también es irregular en función de la región del país.
En el caso de la inversión sanitaria, la mayor parte del dinero se destinará a la región noroccidente, metropolitana y norte.
Asimismo, en el caso de la educación, la diferencia es abismal entre la región metropolitana que recibe 48 millones de quetzales, siendo el 62% de la inversión, frente al resto del país que se tiene que dividir los Q30 millones restantes.
Prado reconoce que hay una sobreestimación en el proyecto presupuestario presentado respecto a los ingresos tributarios. Pese al buen momento que vive la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) que está mejorando su recaudación, el analista señala que al próximo año será complicado alcanzar los Q58 millones de meta que se han planteado.
"Es muy difícil llegar porque también depende del crecimiento económico mundial que está a la baja y del cual Guatemala es muy dependiente", explicó.
Asimismo, Prado observa un riesgo en la estabilidad de la economía dado que el déficit tributario va a aumentar porque no confía en que se alcance esa cifra.