Tony Smith, de 47 años, fue atacado el 7 de agosto por dos reclusos que lo ataron a una silla en una prisión de Kent, Inglaterra.
Un testigo contó que el hombre tenía "suerte de estar vivo" después de haber sido "alojado incorrectamente" en un espacio para "prisioneros vulnerables".
La misma persona relató que "lo mantuvieron como rehén en su propia celda durante cuatro horas". También detalló que en ese lapso "lo ataron a una silla y lo atacaron con un calcetín lleno de latas de atún y barras de metal".
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"Los guardias de la prisión lograron sacarlos en el último momento", dijo el testigo. La paliza le dejó diversas lesiones a la víctima, como una fractura en la cuenca del ojo, costillas y la mandíbula.
Smith, junto con su esposa, Jody Simpson, golpearon en 2014 a su hijo de apenas 41 días. Lo hirieron con tanta fuerza que el pequeño acabó con ocho huesos fracturados y septicemia.
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Los médicos se vieron obligados a amputarle ambas piernas al bebé, después de que sus padres lo dejaran en estado crítico durante nueve horas antes de llevarlo al hospital. Los huesos de los muslos, la parte inferior de las piernas, el tobillo derecho, el pulgar izquierdo y el dedo gordo de su pie estaban rotos. El niño, ahora de tres años, fue adoptado por una familia.
Smith, adicto a la heroína, y Simpson fueron sentenciados a diez años en prisión cada uno en febrero pasado.
*Con información de ABC
