El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ordenó el lunes el inicio de una investigación formal sobre la reciente fuga de dos peligrosos reclusos de un penal del norte de ese estado, todavía con paradero desconocido.
"Cualquier individuo que se confirme que ha colaborado con esta fuga será perseguido con todo el peso de la ley", afirmó Cuomo en un comunicado en el que dio a conocer los pasos para investigar a fondo el caso.
Los dos reos, David Sweat, de 34 años, y Richard Matt, de 48, se fugaron del penal de máxima seguridad de Clinton, cerca de la frontera con Canadá, en la noche del 5 al 6 de junio, utilizando herramientas para perforar su celda, entre otros recursos.
Una funcionaria de la cárcel, Joyce Mitchell, instructora de talleres de confección, admitió haber ayudado a los dos reclusos en su huida, y, al parecer, tenía un romance con uno de ellos.
Aunque Mitchell se había comprometido también a alejarlos de la zona del penal, a un sitio que no le habían facilitado, a última hora se echó para atrás e ingresó a un hospital por un ataque de ansiedad.
Mitchell fue detenida el pasado viernes y hoy compareció ante un tribunal para ser informada de los cargos levantados contra ella. Entre la ayuda que prestó, según fuentes oficiales, figura la entrega de herramientas que fueron utilizadas en la fuga.
Sweat, que cumplía cadena perpetua por el asesinato de un alguacil en 2002, y Matt, condenado a 25 años por matar a un empresario en 2007, fueron dados por desaparecidos cuando se hizo la revisión matutina de presos el 6 de junio.
En las últimas horas las autoridades anunciaron la extensión del radio de acción para buscar a los dos asesinos. En las tareas participan más de 800 efectivos de los cuerpos de seguridad local, estatal y federal, apoyados por unidades aéreas.
Las autoridades han anunciado una recompensa de 50 mil dólares en cada caso para quien dé cualquier información que lleve a la detención de los dos fugados, y han habilitado líneas telefónicas especiales para canalizar la información.