Santa Cruz Balanyá es un municipio de Chimaltenango de unos 7 mil habitantes. Es una tierra fértil cuya principal actividad es la agricultura y, desde hace 13 años, la música.
El 18 de julio de 2004 nació la Orquesta Juvenil De Santa Cruz Balanyá, una agrupación cuyo ejemplo ha traspasado fronteras.
Su fundador es Edras Nehemías Patá Sirin, un maestro entusiasta apasionado por la música de George Frideric Händel y quien hizo realidad un sueño que parecía imposible.
"Ese año busqué al maestro de ese coro, a Leoncio Tocón, para saber si podía enseñarme a lograr una agrupación", recuerda Edras.
Pronto logró reunir a los pequeños de la iglesia y colegio Filadelfia, a donde asistía y trabajaba como maestro. Ese fue el inicio de una gran aventura musical.
Combinaba su labor como educador con la agricultura, a la que él y su familia se han dedicado por generaciones.
Después de 6 años, Edras quedó a cargo del coro, y no conforme pensó en formar una orquesta.
Al proponer este proyecto abandonó la iglesia por falta de apoyo, él siguió adelante formando su agrupación con niños de la escuela primaria pública Carlos Emilio Leonardo.
"Abrí la oportunidad de participar en la orquesta a todos los niños que quisieran formar parte de ella y se convirtió en una para el pueblo", dice.
El proceso fue duro, Edras se vio solo, pero con el ímpetu de llegar lejos: se especializó en instrumentos de viento, viajaba a la ciudad para luego transmitir sus conocimientos a los niños.
Pronto la vida le sonreía a la agrupación con la primera donación de instrumentos.
"Un amigo tenía un conocido en Estados Unidos con una colección de violines, quien nos donó doce", cuenta.
Estos instrumentos le motivaron a trabajar duro por conseguir el resto que se necesitaba para la orquesta.
"Nuestra intención fue siempre pasarla bien y hacer una actividad diferente... No imagina cómo comenzamos, desde lo más primitivo, y jamás imaginamos que estaríamos en un escenario".
Edras se quedó sin trabajo en el colegio y se desligó totalmente de la agricultura para dedicarse de lleno al grupo. "Los niños no sabían si yo había comido al inicio de un ensayo o cenado antes de un concierto, para eso mi familia siempre estuvo ahí para apoyarme", asegura.
En 13 años de trabajo hubo momentos duros: "Ha sido difícil convencer para que crean en nosotros, muchos padres incluso no pueden creer que sus hijos sean músicos", afirma.
Añade que incluso han prohibido llegar a algunos pequeños porque no están de acuerdo con esta formación. Los padres de los pequeños también se dedican a la agricultura y muchos no creen que la música sea una forma de ganarse la vida.
La Orquesta Juvenil De Santa Cruz Balanyá cuenta actualmente con 30 integrantes de 7 a 22 años, juntos han recorrido un largo camino de aprendizaje, tanto artístico como emocional.
A la fecha recibe donaciones de músicos alemanes que han descubierto a la orquesta a través de videos o publicaciones en redes sociales. Ellos brindan accesorios como cuerdas, o materiales de limpieza de instrumentos, cuadernos y otros insumos.
"Somos muy exigentes con el cuidado de los instrumentos, cada niño se lo lleva a casa y debe cuidarlo mientras lo tiene, también debe disfrutarlo porque de eso se trata", insiste Patá.
También recibe maestros de intercambio de Alemania que desean a conocer de acerca a la agrupación y aportar su conocimiento para impartir nuevas técnicas a los niños.
Desde hace algunos meses los pequeños forman parte del Sistema de Orquestas de Guatemala (SOG). La directora de esta organización sin fines de lucro, Rossana Paz, les imparte clases una vez a la semana, con conocimientos más avanzados.
"Esto ha sido un gran paso para nuestra orquesta, ya que llegó un momento en que la instrucción que yo les daba no era suficiente. El nivel que están alcanzando ahora es impresionante", se admira.
El objetivo del SOG es proveer oportunidades de desarrollo a niños y jóvenes por medio de la práctica colectiva de la música, potencializando su crecimiento espiritual, social e intelectual. Esto ha dado un aire fresco a la orquesta nacida de la agricultura.
"Rossana los instruye a un nivel más alto, ahora hay mayor exigencia y ellos están alcanzando otro nivel. Al principio tuve miedo por la nueva presión y exigencia hacia ellos, pero ahora tenemos una visión más clara de a dónde queremos llegar", dice Edras.
El inquieto educador trabaja en la formación de una nueva agrupación, ahora en Patzicía.
"Buscamos 40 estudiantes de 7 a 9 años, el único requisito es que el niño tenga buenas calificaciones y lleve su tarjeta para comprobarlo", agregó.
Las inscripciones estarán abiertas todo noviembre de 2017. Los pequeños interesados pueden llegar a la Academia Pulso, ubicada en la Calle Principal de Patzicía.
La Orquesta Juvenil De Santa Cruz Balanyá busca presentarse donde pueda ser escuchada. Si deseas apoyar, infórmate en el SOG.
El grupo de niños es conocido popularmente como "La Orquesta de las Verduras" debido a que ha funcionado gracias a donaciones provenientes de los agricultores.
ASÍ PRACTICA LA ORQUESTA
Puedes apadrinar un proyecto musical, regalar a un niño la oportunidad de adquirir un instrumento o contratar a la agrupación para actividades privadas, ceremonias religiosas, graduaciones u otros.
El número de cuenta para donaciones en efectivo es:
Sistema de Orquestas de Guatemala
En Banco Industrial
Cuenta en quetzales: 002-004056-8
Cuenta en dólares: 002-008717-7
En BAC Credomatic:
Cuenta en quetzales: 90-090550-6
También puedes comunicarte al teléfono 2333-3063 o escribir al correo yosoysog@gmail.com
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