La tragedia del Volcán de Fuego no solo trajo dolor, también trajo alegría a los niños de una comunidad de Chimaltenango.
Los víveres recolectados para los sobrevivientes de esta erupción fueron muchos, tantos que tuvieron que llevarlos a otras comunidades cercanas al volcán. Una de estas fue Chuachilil, una aldea de de Yepocapa, Chimaltenango.
Rony Chali fue unos de los voluntarios que llegó hasta este poblado para entregar los víveres. Fue así como conoció una escuelita de párvulos construida solo con laminas y madera. "Parecía un horno, era prácticamente una galera, no era nada humano que los niños recibieran clases en ese lugar", cuenta en una entrevista con Soy502.
Sin pensarlo mucho decidió reconstruir esta escuela oficial de la comunidad. ¿Cómo? aún no lo sabía. Tiempo después se le ocurrió una idea: recolectar dinero por medio de las redes sociales. Así fue como desconocidos y amigos se unieron a su causa.
El camino fue complicado, el dinero conseguido en un inicio no alcanzaba. Rony pretendía tener lista la escuela para enero de este año. Fue imposible. Eso ocurrió unos meses después, este domingo 7 de abril.
La satisfacción para Rony, pese al atraso, fue enorme. "Estoy muy contento, creo que la educación es la única forma de salir de la pobreza", afirma emocionado.
"La gente creyó en mí e hizo sus donaciones, otros más decidieron hacer los planos, unos el diseño, otros pintar la escuela", relata. La ayuda llegó de Twitter y Facebook.
La reconstrucción de esta escuela pública de preprimaria también incluyó la creación de un espacio de juegos para los niños. "Había que construir juegos para que los niños añoren ir a las escuela", dice Rony.
Rony cuenta que la construcción empezó en enero y finalizó este domingo. También relata que en algunas ocasiones este proceso fue supervisado por la maestra de la escuelita, quien siempre se mostró comprometida y emocionada.
"Jamás en mi vida había cortado una cinta. Solo veía que el presidente y los alcaldes se mofaban de hacerlo. Pero por cada cinta cortada, cada alcalde gana miles o cientos de quetzales. Triste pero así es", escribió el día que hizo pública la reconstrucción de la escuelita, esa que ahora cuenta con escritorios adecuados, materiales didácticos y que está llena de colores.