“Un instante mi corazón dejó de latir por un segundo, y luego latió a mil por hora”, explicó el fotógrafo Gabriel Urruela luego de fotografiar a un jaguar en su hábitat natural en la selva de Petén.
Urruela explica que es la primera vez que tiene tan cerca a un ejemplar salvaje y no la dejó pasar. Por lo que sacó el lente y comenzó a grabar.
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En las imágenes se observa que el animal llega al lugar para beber agua y luego mira fijamente al fotógrafo. Momentos después bebe agua de nuevo y se marcha del lugar.
“Luego llegó otro y finalmente un puma. Fue algo increíble, de los mejores momentos de mi vida”, explicó Urruela.
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Urruela además es un guarda parques dedicado a proteger la vida silvestre en Petén y trabaja en conjunto con Francisco Asturias, otro guarda parques quien ha logrado captar también muy de cerca estos animales.