Un nuevo estudio explicó el estilo de crianza de estos animales, incluso comparándolos con los hábitos de las aves, sus descendientes actuales.
De acuerdo al estudio publicado por la revista científica 'Nature', los dinosaurios gestaban huevos de colores porque así protegían el futuro de la especie, ya hace más de 145 millones de años. Podría decirse que era una 'adaptación estética'.
Algunos grupos, como los saurópodos, cuadrúpedos herbívoros de cuello largo, ponían bastantes huevos pequeños, los enterraban y los dejaban atrás. En cambio, los terópodos eumaniraptora ponían huevos más grandes, pero en menos cantidades.
La cáscara no tenían muchos poros, lo que significaba que los huevos quedaban al aire libre, como en los nidos de las aves. Por esa exposición, es que tenía distintas tonalidades y manchas, informó la investigación. A diferencia de los humanos, que tienen en los ojos tres tipos de células sensibles a la luz, los dinosaurios tenían cuatro, como las aves, lo cual les permitía percibir el color de otra manera.
“Para un ave o un dinosaurio, un huevo blanco no pigmentado sería rosa brillante”, explicó la paleontóloga Jasmina Wiemann, de la Universidad de Yale. “Si pensamos en un depredador de nidos, si viera huevos rosa brillante diría 'Oh, el almuerzo'. Una vez que los dinosaurios comenzaron a incorporar estos pigmentos, el rosa brillante de la cáscara desapareció”.
Los dinosuarios como el Deinonychus, ponían huevos azules como los actuales del emú. En cambio, otras especies tenían huevos blancos con manchas. “Tenían toda clase de colores y venían con y sin manchas”, comentó Wiemann. Estas pruebas revelaron que muchos de estos antepasados de las aves creaban nidos al cielo abierto.
*Con información de Infobae
