No el Presidente Morales. Jimmy, al ciudadano común y corriente que era antes de 2015 y que será después del 14 a las 14 de 2019. Difícil no ver una tragedia inevitable.
Los que ahora le arropan le van a dejar totalmente abandonado a su suerte cuando ya no sea útil para la causa contra la estrategia penal de CICIC-MP. Y pocas opciones se ven para él entonces.
No parece que su legado de gestión vaya a tener un capital político que se convierta en votos las próximas elecciones. Los que defienden su gestión rara vez dicen algo bueno de la misma, por muy extraño que eso suene.
“Le quieren sacar de manera ilegal”, “pobre, si él no sabe”, “es que no le han dejado trabajar”, “si se ve buen tipo” y una larga retahíla de victimizaciones apenadas.
Hoy le llaman Señor Presidente y le dicen al oído que es el garante de la unidad nacional o que es tan importante que hay un Golpe de Estado gestándose en su contra.
En enero de 2020, en cambio, será un peón perfectamente sacrificable. ¿Dónde irá entonces? Tendrá que dar cuenta ante la Justicia por el financiamiento de FCN y después ¿qué hará?
A nivel internacional no será muy respetado. Ahí tienen a alguien tan cuestionable como Álvaro Colom, con importantes puestos en Misiones de OEA pero ¿le quedará algún tipo de espacio a Jimmy?
El episodio en la ONU de la semana pasada ha sido especialmente desgastante al respecto. La Ministra de Exteriores fue incapaz de explicar ejemplos concretos de injerencia espuria de parte de CICIG a un incrédulo Secretario Guterres.
Argumentos como que los medios se ceban con los acusados o los casos reciban mucha atención no persuaden a una comunidad internacional que encuentra en CICIG un gran interlocutor. Hacer el ridículo sin ningún resultado solo lleva a la melancolía.
Roma no pagaba traidores y Estados Unidos no olvida. Lo de Israel le va a dar para un saludo de Trump y gracias. A partir de ahí pocas puertas se abrirán.
¿Quién le contratará para dar conferencias? ¿Qué empresa le invitará para formar parte de su consejo consultivo?
¿Qué contactos, qué equipo le quedará dentro del gobierno? ¿Cómo habrá quedado su vida familiar después de batallas que tristemente han involucrado a miembros de la misma?
Volver a televisión no es opción. Una cosa es que un cómico se convierta en Presidente y otra que un Presidente las haga de cómico. No hace gracia.
Difícil encontrar un caso semejante, de alguien al que el poder le sentó tan mal. Un buen tipo, un tipo normal si se quiere, con laxa moral y poco carácter, destrozado por una Presidencia.
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