El Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala declaró los conocimientos y procesos de elaboración del fiambre, como Patrimonio Cultural Intangible de la Nación.
El titular del Ministerio de cultura, Elder Súchite Vargas, instó a la población guatemalteca a “preservar esta tradición”, que consiste en una ensaladilla de alrededor de 50 ingredientes, entre ellos: carnes, embutidos, verduras y quesos, además de varios tipos de aderezos y caldillos.
EL FIAMBRE PATRIMONIO INTANGIBLE DE LA NACION..Ministro Elder Súchite Vargas declara los conocimientos y procesos de elaboración del fiambre como Patrimonio Cultural Intangible de la Nación y llama a los guatemaltecos a preservar esta tradición. MINISTERIO DE CULTURA Y DEPORTES.- pic.twitter.com/dGlDkUexcA
— Elder Súchite Vargas (@eldersva) October 13, 2019
Esta designación se dio en el “Primer Rotary Fiambre Fest”, realizado este domingo en el Parque de la Industria, y llega en buen momento, pues faltan pocos días para el Día de Todos los Santos, 1 de noviembre, esa esperada fecha en que los guatemaltecos muestran sus dotes culinarios al prepararlo y, por supuesto, para degustarlo.
Por su parte, el director del Instituto Guatemalteco de Turismo, Jorge Mario Chajón, destacó la “diversidad” del país, reflejada en la receta del histórico alimento, que cuenta con una variedad de estilos de preparación y tipos, siendo los más conocidos el fiambre blanco y el rojo.
El fiambre, según explica el fallecido antropólogo e historiador Celso Lara, en su libro “Fieles difuntos, santos y ánimas benditas en Guatemala: una invocación ancestral”, es una de las mejores expresiones de la tradición guatemalteca: representa la pluriculturalidad y multiculturalidad.
ACUERDO MINISTERIAL:
Historia del Platillo Patrimonio
Preparado por vivos para recordar a los muertos, a los seres queridos que ya se marcharon, ese es el fiambre que está en la mesa de los guatemaltecos cada 1 de noviembre, para celebrar el día de los Santos.
En este, ahora Patrimonio, se ve la identidad de varias culturas: el uso de las verduras y aderezos es herencia prehispánica, el uso de carnes y embutidos tiene ascendencia española, y el uso de quesos, alcaparras, aceitunas y otras especias es árabe.
Fue la población guatemalteca colonial, a finales del siglo XVI, la que creó este plato frío, especial para ser ingerido en las celebraciones mortuorias. Pero no quedaría arraigado y afianzado como “comida de muerto” hasta el siglo XIX, cuando se erigió por su simbolismo, exquisitez y exuberancia.
En la unión de ingredientes y procesos ahora queda plasmado el sincretismo que todo guatemalteco lleva dentro, la mezcla de culturas, razas, costumbres e historias.
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