Un hombre cruel, sin empatía y mentiroso, así fue descrito Edgar Marroquín, acusado de la muerte de Chelsiry.
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Edgar Marroquín enfrenta juicio por el asesinato de su sobrina Chelsiry Hernández, de 12 años. Durante el debate oral y público brindó su testimonio la doctora Karen Peña, especialista psiquiatra, quien evaluó al acusado.
El objetivo del peritaje era determinar si Marroquín estaba en sus facultades mentales para enfrentar el juicio, la respuesta es que sí, pero además, el análisis arrojó datos intrigantes acerca del acusado.
La psiquiatra relató que llegó al Centro Preventivo para Varones en la zona 18 para realizar el estudio a Edgar. Entre sus conclusiones señala que el acusado brindaba declaraciones inconsistentes.
Primero dijo que por accidente había atropellado a la niña y que por temor fue a quemar el cuerpo. Pero luego cambió esa versión y ante el Tribunal dijo que unos delincuentes lo amenazaron y le obligaron a abandonar el cuerpo, porque este había sido dejado en su vehículo.
Lo único que coincide en sus declaraciones es que estuvo en la escena en donde el cuerpo de Chelsiry fue quemado y abandonado.
Cruel, sádico y sin empatía
La psiquiatra describió las actitudes de Edgar como una persona cruel, sin empatía y además sádico.
Esto por la manera en que intentó desaparecer el cuerpo. "La manera en que quemó el cuerpo demuestra que fue sádico, demostró desprecio y nada de empatía; es una actitud antisocial y altamente peligroso", dijo la psiquiatra.
Además, refirió que fue muy cruel al fingir ayudar a la familia a buscar a su sobrina, cuando él sabía perfectamente en dónde estaba el cuerpo y porque alguien sano y con juicio de valor habría buscado ayudar a su sobrina y no quemar el cuerpo por un supuesto temor.
"Chelsiry dibujaba penes en su cuaderno", fue lo primero que Edgar le dijo a la psiquiatra cuando este fue evaluado, por lo que la psiquiatra también dijo que intentaba justificar lo que había hecho, haciendo creer que la menor tenía la culpa.
"Él insiste en dejar entrever que la niña tenía un comportamiento como supuestamente no conocido por la familia, y que era conocido por él y su esposa, de seducir a varios hombres adultos, que tenía una "actitud sexualmente provocativa" y que "enviaba fotos a hombres", lo que demuestra que estaba tratando de descalificar la imagen de la niña, agregó la profesional de la salud.
"Contrario a lo que él menciona, la familia refiere que es una niña acorde a la edad. Ninguno refiere que la niña haya tenido comportamiento de riesgo", comentó Peña ante el Tribunal.
Otros datos que resaltaron durante la audiencia son que Edgar refirió que su mamá era una persona violenta, capaz de matar personas.
También que mientras fue evaluado por la psiquiatra estaba colérico, pero no padece ningún trastorno mental.
"Aunque la niña hubiera hecho lo que dijo él (Edgar), de un adulto responsable y que decía tenerle aprecio, la hubiera cuidado", finalizó la psiquiatra.
Esposa del acusado declara
Jessica Escalante, esposa del acusado y tía de Chelsiry, declaró ante el Tribunal de Femicidio.
Dijo que la relación que Edgar tenía con Chelsiry era cercana, vivían a tan solo cuatro casas. Él llevaba en algunas ocasiones a Chelsiry y a su hermano a la escuela. Además le había regalado un celular a la menor, el cual usó por poco tiempo.
El día en que Chelsiry desapareció, el 4 de febrero de 2020, Jessica narró que se despertó temprano y despidió a Edgar en la puerta de la casa. Ese día se sintió somnolienta, por lo que se volvió a dormir. Señaló que Edgar le llamó unas 16 veces, pero ella no sintió el teléfono.
Narró que su hermana (mamá de Chelsiry) le había pedido que viera a la menor, pero ella se puso a limpiar unas sillas y se le olvidó ir a verla. Fue hasta después de las 18:30 horas que su hermana regresó y se dieron cuenta que la niña no estaba.
Fue cuando todos empezaron a buscarla. Según Jessica, no tuvo comunicación con su esposo, hasta esa noche, pero que él no le comentó nada.
Aseguró que luego de que su esposo se entregara, ella no tuvo comunicación con él, porque estaba molesta y dolida, porque no creía lo que había pasado.
Agregó que hasta dos años después fue a visitarlo a prisión, pero porque su hijo extrañaba a su papá. Además, dijo que cuando su hijo tenga la edad suficiente para saber la verdad, ella decidirá si sigue viendo a Edgar o no.
Chelsiry estaba con vida
En la audiencia de este lunes, un perito del Instituto Nacional de Ciencias Forenses confirmó que encontró 30.1% de Carboxihemoglobina en la sangre de Chelsyri, esto quiere decir que cuando el acusado quemó el cuerpo, la niña aún estaba con vida.
Esto refuerza lo mencionado en otra audiencia, en donde se informó que en la boca de Chelsiry se encontró hollín, que es la mancha negra que queda por el fuego.