La falta de ética en la administración pública y en el Estado en general es un problema extendido en nuestro país.
A la orden del día están los casos de funcionarios carentes de un carácter moral fuerte que no resisten las tentaciones del poder y faltan a la ética en el servicio público. Esta situación nos afecta a los guatemaltecos pues, entre otras cosas, no genera confianza para la inversión en nuestro país.
Los gastos de la SAAS recientemente revelados en publicaciones de Nuestro Diario ilustran esta situación. Los más de 300 mil quetzales que se gastaron durante 2017 para adquirir artículos personales para el Presidente demuestran un uso irresponsable y sin transparencia de los fondos públicos. Los 29 mil quetzales diarios que gastaron en comida para el presidente, su familia y personal de la SAAS también demuestran un manejo insensato del dinero del pueblo guatemalteco.
Esa falta de ética en el Estado no transmite confianza para la inversión en nuestro país. Es difícil que los inversionistas nacionales y extranjeros perciban un clima apropiado para sus negocios si en las instituciones públicas no se hace un buen uso de los recursos de los contribuyentes.
Según una encuesta realizada por el CACIF en 2017, el 93% de directores de las cámaras afiliadas a esa entidad señalaron que el gasto de gobierno es ineficiente. Entonces no sorprende que 44% de los directores indicara que el clima de inversión en el país al tercer trimestre de 2017 haya sido peor que durante el mismo período en 2016 y 2015. Tampoco sorprende que 43% de los empresarios expresara que las decisiones de inversión en sus empresas se hayan visto contraídas al tercer trimestre de 2017.
Esta percepción de empeoramiento en el clima de inversión se ha visto reflejada en la reducción de la inversión extranjera directa en el país. Según datos del Banco de Guatemala, la misma se redujo de alrededor de mil 220 millones de dólares en 2015 a mil 184 millones de dólares en 2016, el primer año de gobierno del presidente Morales. Y la tendencia a la baja se mantiene.
La reducción en la inversión en el país ha tenido un impacto negativo en la tasa de desempleo. Según la Organización Internacional del Trabajo, la misma subió de 3.1% al tercer trimestre de 2016 a 3.2% al tercer trimestre de 2017.
Entonces, para que haya confianza para invertir en Guatemala es importante que los guatemaltecos exijamos a los servidores públicos un uso responsable y transparente de los fondos públicos. También resulta imprescindible que quienes hagan un mal uso del dinero del pueblo sean llevados ante la justicia para que respondan por sus actos.
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