En el mes de diciembre inicia el Adviento y da paso a un tiempo de reflexión y de compartir en familia.
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El Adviento es una tradición religiosa que se lleva a cabo durante el mes de diciembre, en donde se prepara el corazón para festejar el aniversario del nacimiento de Jesús.
Este ritual implica el uso de una corona que puede ser elaborada con ramas de pino, que lleva consigo velas, cada una con un propósito en especial.
Cuatro domingos antes del 25 de diciembre, se festeja la temporada de Adviento, acompañado de una oración que se realiza cada domingo.
Las celebraciones de Adviento incluyen rezos, lecturas bíblicas, prácticas ascéticas y canto de villancicos para acompañar el momento.
¿Cuándo se enciende la primera vela de Adviento?
La primera vela de color morado de la corona de Adviento se enciende el primer domingo de Adviento, ya que representa el inicio del nuevo año litúrgico. Este año 2023 se festeja el día domingo 3 de diciembre.
Color de las velas
Para esta celebración se recomienda utilizar cinco velas: tres de color morado, 1 vela rosada y 1 blanca.
Cabe mencionar que cada color tiene un significado diferente: el morado significa el tiempo de penitencia, oración y sacrificio; el rosado significa la alegría y el color blanco recuerda a Jesucristo en su nacimiento.
Por otro lado, las velas deben colocarse de la siguiente forma:
Las velas moradas se utiliza el primer, segundo y el cuarto domingo de Adviento.
El tercer domingo se utiliza la vela color rosada y en la Nochebuena la vela color blanco.
Oración de la Corona de Adviento
Esta tradición es un recordatorio del significado de la Navidad. Ante ello, se recomienda que la familia que participe en la actividad esté reunida y participen en las lecturas y cantos que se llevan a cabo cuando se enciende cada vela. Para ello, es importante nombrar un "guía" para que lidere el festejo.
Oración del domingo 3 de diciembre
Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Guía: Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Todos: Que hizo el cielo y la tierra.
Guía: Hoy, al iniciar el Adviento, comenzamos un nuevo año litúrgico. El Adviento es un tiempo especial de preparación y espera. Iremos encendiendo, semana tras semana, las cuatro velas de esta corona como un símbolo de nuestra preparación gradual para recibir al Señor Jesús en la Navidad. Las luces de las velas nos recuerdan que Él es la Luz del mundo que irrumpe para disipar las tinieblas que nos rodean. El color verde que caracteriza la corona simboliza la vida y la esperanza que Él, Dios hecho niño, viene a traernos.
Lector: Lectura del libro del profeta Isaías:
"Levántate, brilla, Jerusalén; que llega tu luz y la gloria del Señor amanece sobre ti. Pues mira cómo la oscuridad cubre la tierra y espesa nube a los pueblos, mas sobre ti amanece el Señor y su gloria sobre ti aparece". (Isaías 60: 1-2).
Guía: Nos recogemos unos instantes en silencio e inclinando nuestras cabezas, vamos a pedir que el Señor bendiga esta corona de Adviento. Oremos...
Lector: La tierra, Señor, se alegra en estos días y tu Iglesia desborda de gozo ante tu Hijo, el Señor Jesús, que se avecina como luz esplendorosa, para iluminar a los que yacemos en las tinieblas, de la ignorancia, del dolor y del pecado. Lleno de esperanza en su venida, tu pueblo ha preparado esta corona con ramos del bosque y la ha adornado con luces.
Ahora, pues, que vamos a empezar el tiempo de preparación para la venida de tu Hijo, te pedimos, Señor, que, mientras se acrecienta cada día el esplendor de esta corona, con nuevas luces, a nosotros nos ilumines con el esplendor de Aquel que, por ser la Luz del mundo, iluminará todas las oscuridades. Te lo pedimos por Él mismo que vive y reina por los siglos de los siglos.
Todos: Amén.
Guía: (Una persona enciende la primera vela mientras se canta durante la primera estrofa).
Vamos a encender ahora la primera vela de nuestra corona mientras cantamos la primera estrofa del canto. Hoy se enciende una llama (o cualquier canto apropiado).
Guía: Pidamos al Señor que fortalezca nuestra fe en este tiempo y elevemos nuestras peticiones con confianza.
Recemos ahora un padrenuestro, avemaría y gloria.
Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
*Con información de Aciprensa y El Universo
