La carne magra está constituida casi totalmente por fibras musculares, por lo tanto contiene más proteína, poco cartílago, tendones y sobre todo poca grasa. Existen cortes de carne de cerdo que forman parte de este grupo.
Por lo general, hay un porcentaje estándar de grasa máximo de 10% para ser considerada una carne magra. Este porcentaje coincide con el de las calorías totales que debemos ingerir por día para mantener una dieta saludable.
Contrario a lo que muchas personas creen, las carnes son una excelente opción en una dieta equilibrada, siempre procurando que éstas sean magras.
Algunas carnes rojas, mayormente las que no son magras, contienen mayor porcentaje de grasas saturadas y colesterol; su consumo frecuente podría perjudicar la salud.
El pescado, pollo, pavo, ternera, conejo y cerdo constituyen una excelente opción de carnes magras, siempre y cuando se consumen sin piel y con el respaldo de marcas reconocidas que garanticen la calidad en sus procesos de elaboración, como Toledo. Las pechugas y muslos de pollo, filetes de pescado, lomo y solomillo de cerdo son las opciones que debiéramos elegir al comprar la carne.
Hay que tener siempre en mente que la manera de preparar las carnes puede alterar su contenido total de grasas y colesterol. De nada sirve tener un corte magro si se fríe en aceite o se le agrega grasa. Las mejores formas de preparación de las carnes magras son a la plancha o a la parrilla.
Toma nota de estos consejos que definitivamente mejorarán tu dieta.