España trata de salir de la crisis sumida por la pandemia del coronavirus en su territorio, por lo que recientemente adquirió pruebas rápidas para detectar el virus.
Sin embargo, la embajada de China en España dio a conocer que la empresa que proporcionó el producto al país europeo no tiene licencia para vender estas pruebas.
El Ministerio de Comercio de China ofreció al Ministerio de Sanidad “una lista de recomendaciones de proveedores clasificados” entre los que no se encontraba la compañía Bioeasy, asegura la Embajada de China en su cuenta oficial de Twitter.
Esta es la empresa a la que España compró las 340 mil pruebas rápidas que detectan el antígeno en 10 o 15 minutos. La embajada afirma asimismo que la empresa todavía no tiene “licencia oficial de la Administración Nacional de Productos Médicos de China para vender sus productos”.
3⃣ Shenzhen Bioeasy Biotechnology no ha conseguido todavía la licencia oficial de la Administración Nacional de Productos Médicos de #China para vender sus productos.
— Embajada de China en España (@ChinaEmbEsp) March 26, 2020
Los expertos han dicho que estos kits de detección rápida no son tan recomendables y que por el momento se deberá seguir aplicando la prueba PCR, la que tarda hasta cuatro horas para emitir un resultado, además necesita persona y equipo especializado para hacer el test.
El Instituto de Salud Carlos III, entidad del Ministerio de Sanidad, reconoció a El País el mal resultado de las pruebas de sensibilidad y especificidad. La embajada de China agregó que las donaciones otorgadas por el gobierno del país asiático no incluyen productos suministrados por Shenzhen Bioeasy Biotechnology.
El coordinador de Emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, confirmó la información durante su conferencia de prensa diaria. Dijo que España está haciendo a diario entre 15 mil y 20 mil test de PCR y reconoció que las pruebas rápidas tenían que aliviar a los laboratorios de microbiología, que están al límite de su capacidad.
España se había propuesto seguir la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y extender las pruebas cada vez a más capas de población. “Son una esperanza importante”, explicó Simón respecto a las pruebas rápidas compradas o encargadas a China.
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