Al escuchar de Huehuetenango, muchos piensan que se trata de grandes bosques y fríos, pero no todo su territorio es así. El municipio de Nentón es prueba de esta variante. A unos 405 kilómetros de la ciudad, este cálido lugar sorprende con sus bellezas ocultas.
Cuando te adentras en sus áridas montañas, la naturaleza te sorprende con nacimientos de agua, ríos con aguas cristalinas y cenotes, como los de Candelaria.
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Así llega un pinabete de las montañas a tu hogar para Navidad https://t.co/0gkFIE0vpw pic.twitter.com/7SFzkgRH2z
— Soy 502 (@soy_502) 17 de noviembre de 2016
“Es un manto acuático muy importante, ya que debajo del mismo hay cuevas que abasten el cenote. Se encuentra en un bosque espinoso, por lo que la diversidad biológica es interesante, la cual está bajo el resguardo de los comunitarios”, detalla Oliver Hernández, de la mesa de medio ambiente de Huehuetenango.
Para llegar a este lugar, los visitantes deben viajar unos 45 minutos desde el casco urbano de Nentón, preferiblemente en automóviles que sean de doble tracción debido al terreno por el que se debe transitar.
En la ruta se puede observar el nacimiento del río Lagartero, el cual se encuentra en medio del camino espinoso. En ese punto encontrarás la primera de tres talanqueras para llegar a la comunidad donde se hace el cobro del paso.
Al llegar ahí, debes pagar 100 quetzales por vehículo para ingresar al sendero que te conduce hacia el cenote de Candelaria. En el camino te encontrarás con un manantial de difícil acceso, por lo que los guías recomiendan únicamente admirar el lugar.
Luego encontrarás la corriente de un nacimiento de agua que pasa entre las secas montañas. Algunos beben la misma debido a que está totalmente limpia. Luego de unos 45 minutos de camino llegarás al cenote de Candelaria.
Al ver la formación acuática es seguro que te quedes con la boca abierta por su maravillosa vista y el color del agua.
Debido a que los comunitarios han visto un gran potencial en este cenote, hace poco construyeron una escalinata de madera para ascender a la superficie luego de disfrutar de un chapuzón.
Al ser una aventura adentrarse en este sitio, los habitantes de la región recibieron una donación de chalecos flotadores para evitar incidentes y que las personas que no saben nadar también puedan disfrutarlo.
Debido a que es un lugar casi remoto, la recomendación es que tomes al menos tres días para realizar el viaje. El primer día debes conducir hasta llegar a Nentón y buscar un hotel donde hospedarte. El recorrido toma cerca de ocho horas para arribar al lugar.
El segundo día debes partir antes de las ocho de la mañana para tener tiempo de disfrutar el atractivo acuático. Es importante que lleves hielera, comida y todos los insumos necesarios, ya que no hay nada alrededor de este sitio. Puedes acampar en el lugar o llegar a la finca Chaculá, donde te ofrecen un sitio para acampar o descansar en una cabaña.
En este lugar te desconectas de la tecnología y la electricidad, ya que por ser una posada comunitaria solo utilizan velas para iluminar el sitio, por la noche y madrugada puedes observar las estrellas o una tormenta eléctrica, dependiendo de la época en la que visites la zona.
El tercer día puedes dedicarlo al retorno a tu hogar. Los guías recomiendan salir de madrugada para no toparte con el transporte pesado, el cual genera dificultades para movilizarte a una velocidad adecuada.
Quizá al final de la aventura termines con mucho cansancio, pero valdrá la pena que realices este tipo de aventuras y puedas apoyar a las comunidades que empiezan a considerar estos sitios como atractivos para los visitantes.
Debido a que es un área protegida, debes procurar no dejar basura, apagar las fogatas después de que las hayas utilizado y no atentar contra la flora y fauna para que siga manteniendo su belleza natural.