El relato de un guatemalteco que contrató a una mujer contactada por redes sociales ha desatado una discusión entre usuarios.
OTRO CASO: Vendía por Facebook, lo contactaron, le "depositaron" y esto descubrió (video)
El pasado 20 de diciembre, una pareja de esposos dueña de un negocio vivió una situación que los llevó al cierre definitivo de su local.
Todo comenzó cuando decidieron contratar a una mujer que buscaba empleo desde un perfil anónimo en redes sociales. La postulante aseguraba estar atravesando dificultades y solicitaba una oportunidad para salir adelante.
"Mandó sus datos y copia de DPI por WhatsApp y todo parecía normal. Por la temporada, nos urgía alguien y la contratamos con datos mínimos, indicando que en enero (2025) completaría su papelería", se lee en el relato compartido en redes sociales.
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Ante la urgencia de la temporada y la necesidad de personal, los propietarios tomaron la decisión de contratarla, confiando en que la mujer completaría sus documentos. Sin embargo, desde el primer día comenzaron los problemas.
Así se presentó
La nueva empleada llegó al local vistiendo un escote pronunciado que dejaba ver tatuajes en el pecho y varios piercings (aretes) en el cuerpo.
"Nosotros estamos en un centro comercial. Le indicamos con cordialidad que se pusiera otra blusa y que incluso nosotros se la dábamos y que sus aretes los podía usar fuera del trabajo. La dama se puso agresiva, indicando que éramos retrógradas y que no la podíamos discriminar", relató.
La situación escaló al punto de que la mujer protagonizó una escena pública frente a los clientes del comercial, asegurando que "no sabíamos con quién trataban".
Amenazas y cierre
El propietario contó que al día siguiente del incidente, comenzaron a recibir llamadas telefónicas en las que los amenazan. La sorpresa para ellos fue que, al investigar a la mujer, descubrieron que tiene antecedentes.
"El esposo está preso, la situación se nos complicó (...). Logramos terminar el año poniendo seguridad. Las llamadas siguen y ya no abrimos el local", puntualizó.
El relato cierra con una reflexión en la cual la víctima revela que "el querer ayudar les ha quitado su fuente de ingresos". Advierte a guatemaltecos a que sean más cuidadosos y no se dejen llevar por la compasión del momento.