El corazón es uno de los órganos que más se deteriora tras padecer de Covid-19.
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Es sabido que luego de que una persona que se contagia de Covid-19 y se recupera, puede presentar secuelas de la enfermedad, las cuales pueden tardar varios meses.
Aunque los mayores síntomas post Covid-19 son afecciones respiratorias, también hay otras que pueden ser un tanto preocupantes, es por ello que luego de que una persona se recupera de la infección, especialistas recomiendan que se tenga un chequeo constante con médicos.
El virus del SARS-CoV-2 puede llegar afectar otros sistemas del organismo, entre ellos el cardiovascular, además de provocar problemas nueropsiquiátricos, hematológicos, renales y gastrointestinales.
Pero un nuevo estudio que fue publicado en la Red JAMA, detectó que un grupo de personas presentaron problemas cardiacos. Aunque cabe mencionar que este análisis es uno de varios que se siguen realizando en todo el mundo.
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¿Cómo ataca el virus?
Cuando el virus ingresa al organismo, este atraviesa las células mediante espículas de su superficie, haciendo que se adhiera a una molécula que entra en la membrana celular que es el receptor y enzima.
Esos receptores funcionan como anclaje para el virus y están en mayor proporción en las células de los riñones, corazón y pulmones; es por esa razón que dichos órganos se pueden ver perjudicados.
¿Qué pasa con el corazón?
Es uno de los órganos más importantes en el cuerpo, pues tiene una gran e importante función. Pero cuando el Covid-19 ingresa por las células que se conectan con el corazón inicia el daño, pues comienza a activarse una inflamación.
Ante ello, el músculo cardíaco puede sufrir de manera directa o indirecta. Cuando se habla de directa este inflamación puede ocasionar el deterioro de la contracción y bombeo cardiaco.
Indirectamente porque el virus rodea las células que cubren los vasos sanguíneos, mismos que tienen como función proteger y liberar sustancias que son importantes para tener una mejor contracción y relajación arterial que impiden la formación de coágulos sanguíneos.
Estos daños provocan entonces, que se produzcan alteraciones de micro y macro coágulos que generan los infartos y deterioro de la oxigenación del músculo cardíaco.
"Conducen a un aumento del tejido cicatrizalfibroso que deteriora aún más el funcionamiento de la bomba cardíaca y da lugar al desarrollo de arritmias cardíacas llamadas ¨de reentrada", explicó Carolina Chacón, cardióloga e investigadora del grupo científico Estudios Clínicos LatinoAmérica.
Según la investigación, este problema puede presentarse en pacientes que no requirieron de hospitalización o su cuadro clínico no fue severo.
"La importancia de los controles clínicos post-Covid sobre todo antes de retomar ejercicio físico o actividades deportivas, radica en este punto antes citado", sugirió una especialista.
Numerosos estudios clínicos se siguen llevando a cabo con el fin de encontrar respuestas y tratamientos efectivos tanto para la enfermedad aguda como para prevenir complicaciones y tratar las manifestaciones más prolongadas. Estamos no sólo frente a una pandemia sino a un nuevo factor de riesgo cardiovascular que debemos tener en cuenta los médicos al evaluar al paciente y los pacientes al momento de realizar sus controles