Muchos tienen la idea de que guardar la comida en la refrigeradora hará que las cosas duren más tiempo.
Pero en realidad, no todos los alimentos necesitan refrigeración, pues el frío hace que pierdan sus propiedades o que se vuelvan tóxicos para la salud.
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Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aseguran que es necesario saber cómo guardar los alimentos para que se conserven más tiempo.
Este es el listado de comida que no debes guardar en frío:
1. Tomates:
Al refrigerarlos su sabor y consistencia disminuyen, aunque te sirvan de la misma manera para cocinar. Es mejor tenerlos en un cajón exterior y consumirlos cuando estén maduros porque es su mejor momento.
2. Albahaca:
Esta planta adora el calor por eso suele aplastarse con el frío, además se marchita prematuramente. Es necesario mantenerla en agua fresca, que se cambie cada dos días y lejos de la luz directa.
3. Papas:
Lo mejor para este vegetal es la humedad, el frío convierte su almidón en azúcar, alterando su composición, sabor y textura. Lo ideal es conservarlas en una bolsa de papel a temperatura ambiente.
4. Cebollas:
La falta de circulación de aire en el refrigerador provoca que se pudran, debes curarlas quitando la primera capa y mantenerlas en un ambiente seco, como una alacena.
5. Aguacate:
Dado que la fruta no madura hasta que es cortada del árbol, si compraste uno verde y lo metes a la refri interrumpes su proceso, lo mejor es que lo envuelvas en papel y lo guardes en un lugar caliente para que esté listo.
6. Sandía:
Esta fruta, al igual que el melón, pierden sus niveles antioxidantes (licopeno y betacaroteno) cuando son refrigerados.
7. Miel:
Su PH y azúcar mantiene los microorganismos controlados, por ello no es necesario refrigerarla. Además, hacerlo puede provocar su cristalización. La asociación de Apicultores de Ontario, Canadá, afirma que ésta se debe mantener en un envase bien cerrado a temperatura ambiente, en un lugar seco.
8. Frutas tropicales (piña, banano y papaya):
Las bajas temperaturas anulan las enzimas que les permiten madurar. El frío hace que su pulpa se vuelva pastosa o su piel se ponga negra. Harold McGee, autor de "On Food & Cooking: The Science & Lore of the Kitchen", afirma que estas frutas están acostumbradas a temperaturas más altas, por ello es conveniente almacenarlas por debajo de los 10 grados.
Con información de Bienestar 180