Entre las víctimas del submarino se encontraban dos miembros de la familia Dawood, el empresario Shazhada y su hijo de 19 años, Suleman.
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El submarino Titán, que iba a realizar una expedición a los restos del Titanic, desapareció dos horas después de sumergirse. Cuatro días después se confirmó que el submarino había implosionado, dejando cinco víctimas.
Entre estas víctimas se encontraba el empresario paquistaní Shazhada Dawood y su hijo de 19 años, el estudiante universitario Suleman.
En una entrevista que dio la tía de Suleman, Azmeh Dawood, confirmó que el joven tenía miedo de subirse al sumergible, pero que accedió por esta triste razón.
"Estoy pensando en Suleman, que tiene 19, en ese lugar, quizás jadeando por aire", dijo la tía a NBC antes de que la empresa OceanGate confirmará que los pasajeros se presumían muertos.
Azmeh confirmó que Suleman no se sentía "preparado" e incluso estaba "aterrorizado" por el viaje hacía los restos del Titanic, pero terminó aceptando el viaje a bordo del submarino Titán de OceanGate porque su padre era un fanático del barco.
El empresario Shazhada estaba interesado en el tema, solía visitar museos que tenían objetos rescatados del naufragio. Suleman terminó accediendo al viaje porque caía en el Día del Padre.
La familia se encuentra devastada, pues perdieron a Shazhada y al joven al mismo tiempo. El dolor sigue estando latente aunque Azmeh y su hermano se distanciaron luego de que ella consumiera cannabis para superar el dolor que sufre por un diagnóstico de esclerosis múltiple.
Durante la entrevista, Azmeh dijo que no le sorprendía que ambos estuvieran en el submarino, pero que sí a ella le hubiesen dado 1 millón de dólares, nunca habría subido.
