Llegar al día de tu graduación es el sueño por el que trabajas, luchas, te esfuerzas y haces mil y un sacrificios para obtener tu título universitario. El corazón palpita con rapidez, la garganta se empieza a cerrar y las lágrimas quieren escaparse de tus ojos.
Más o menos esa fue la descripción que Ezequiel Quinteros dio luego de haber culminado con el acto de graduación su carrera de Psicología Clínica y obtener el grado de licenciatura.
El joven chiquimulteco sabía que tenía que contenerse, pese a que las emociones y los nervios querían traicionarlo.
"Es una sensación my bonita, ¿sabe? Mi mamá, mis hermanos y mis amigos me acompañaron al acto de graduación. Estaba muy nervioso porque era el único hombre del resto de mujeres que se graduaron conmigo. No se imagina la cantidad de cosas que pasaron por mi cabeza, como una película que va corriendo a toda prisa", cuenta aún con mucha emoción Quinteros.
Su madre era la más emocionada pues el orgullo se apoderaba de ella al ver a su hijo en la tribuna donde se le impuso el bonete que lo convertía en Licenciado.
La historia de Ezequiel, quien hizo una venta masiva de tamales para lograr conseguir los fondos y financiar el acto de graduación, tocó el corazón del fotógrafo Will Palacios quien se acercó al chiquimulteco y lo sorprendió con una serie de fotos que captaron uno de los momentos más emotivos de Quinteros.
"Yo no lo esperaba, cuando vi las fotos en Facebook me volví a sentir contento. Will llegó y tomó muchas fotos. La gente me ha llamado para felicitarme, yo no sé cómo agradecer el apoyo que me brindaron para conseguir esta meta", añade.
Oportunidad
Ahora, Ezequiel espera una oportunidad para iniciarse en un trabajo formal tras este logro, ya que la venta de comida le ha quitado un buen porcentaje de sus energías.
"Ojalá pueda ser la puerta que he estado tocando y encontrar una nueva luz", puntualiza.
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